viernes, 18 de mayo de 2012

Olmos, Villalobos y el machismo


No tiene usted ninguna razón, señora Villalobos y la deslucida escena que ha protagonizado, recogida en el video de cabecera, no la deja en muy buen lugar. El señor Martínez Olmos, al llamar “incompetente” a la señora Mato y acusarla de no estar “capacitada para el cargo”, simplemente está expresando, con mejor o peor fortuna, su opinión.

Tal vez Olmos esté equivocado; tal vez Olmos haya faltado a la verdad y Ana Matos sea la mejor ministra que nunca hayamos tenido en España; tal vez las formas de Olmos no hayan sido las más adecuadas. No lo sé, pero en cualquier caso eso no lo convierte en ningún machista. Olmos no ha faltado al respeto a las mujeres: simplemente ha criticado la actuación pública de una mujer, lo cual nada tiene que ver con el machismo. Supongo que si en vez de la ministra Ana Matos hubiese hablado el ministro Anacleto Matos la valoración de Olmos hubiese sido exactamente la misma y dudo mucho que una desaforada Celia Villalobos lo hubiese tachado de “feminazi” u otras patochadas semejantes.


 
Produce una cierta amalgama de hastío y pena el ver con qué facilidad se desenfunda el revólver de la estulticia para motejar al prójimo adscribiéndolo sin orden ni concierto a determinadas categorías que parecen privarlo de cualquier razón. A saber: “machista”, “facha”, “fascista” o “franquista”. Machista será quien ejerza como tal, cargo que no puede imputársele a Olmos por haber dicho lo que ha dicho. 

No me importa tanto el agravio gratuito que Villalobos le ha hecho a Olmos sino el favor que algunas superficialidades lingüísticas representan para los machistas de pura cepa que como tales se comportan: un maná debe de suponer para ellos que tanta trivialidad despojando a las palabras de cualquier significado real venga a minimizar la importancia de sus comportamientos. Y a quien conozca de primera, segunda o tercera mano el machismo de verdad –en su caso más extremo el de hostia va, hostia viene o el de “la mate porque era mía”– no creo que frivolidades como las de Villalobos les hagan ni puta gracia.

2 comentarios:

  1. La Villalobos dista mucho de ser la vicepresidenta más adecuada para el Congreso, sus frases o exclamaciones tan intempestivas como chabacanas le hacen el caldo gordo a los izquierdosos. Villalobos podría valer para programas de televisión tipo " La Noria", donde ejercía a gusto el papel de verdulera, y poco más.

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    1. Efectivamente: no haría mala pareja con María Antonia.

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