jueves, 21 de junio de 2012

¿Tribunal Constituqué? O la necesidad de un referéndum


Sede del TC, una institución tan innecesaria como perjudicial debido al partidismo de sus miembros

Lo del Constitucional no tiene nombre. Parece mentira que un grupo de individuos elegidos a dedo por los partidos políticos le enmienden la plana al Supremo, a la Abogacía del Estado, a la Fiscalía General y a la Guardia Civil, que sentenciaron y fundamentaron a fondo en contra de la legalización de una fuerza política plagada de delincuentes o simpatizantes de esa violencia etarra que jamás han condenado. Creo que los magistrados del TC han sido presionados por la misma formación política que los nombró, y que pactó con la ETA, a fin de que cuanto antes declare legales a los filoetarras. De ahí que esos magistrados se hayan dado prisa en sacar el comunicado (ya veremos cuándo sale la sentencia) ante la posibilidad anunciada por Rajoy de que serían relevados durante el presente mes de junio. Nos situamos, pues, ante un caso claro de alta traición, porque ahora esta gentuza de Sortu estará en disposición de asaltar el poder para, acto seguido, con o sin la ayuda del PNV y la mirada hacia otro lado del PSE-Psoe, declarar la independencia en una región española. Independencia en la que no es descartable que lleve aparejada un baño de sangre o, como poco, una larga etapa de opresión totalitaria. ¿No es alta traición ignorar adrede las consecuencias de lo que se decide?

Todo esto sucede porque en las filas del PP, de inmensa mayoría absoluta en las dos cámaras, falta la suficiente imaginación y los necesarios redaños como para anticiparse a los problemas y acometerlos en serio. Está ocurriendo así en la cuestión económica, con un Gobierno a remolque de los acontecimientos y en permanente contradicción consigo mismo: De Guindos versus Montoro. Pero es mucho peor la que se nos viene encima en lo que atañe a los políticos rebeldes de Cataluña y el País Vasco, donde en cualquier momento los separatistas pueden declarar sendas crisis cismáticas en las que como respuesta a ellas se oiga un simple '¡caray!' pronunciado en voz baja por el jefe de los populares. No todo es economía, señor mío. Si bien en este caso el hecho de poner en orden a las regiones facilitaría mucho la racionalidad de las cuentas públicas.

Pues que sepas, Mariano, que la respuesta la tienes perfectamente a tu alcance: Cambia lo que consideres oportuno y hazlo a la velocidad de la luz, tanto en la Constitución como en la Ley Electoral y luego somételo a referéndum. Cuando uno de los dos partidos mayoritarios, caso del PSOE de Rubalcaba, tiende a respaldar cualquier acto contrario a los intereses de la Nación española, el recurso más sencillo es la consulta a los ciudadanos. Eso sí, hazlo echándole narices. Dentro de esos cambios no te olvides de incluir la desaparición del Tribunal Constitucional y el Senado, además de la ilegalización de cualquier partido político que en sus estatutos no incluya el respeto absoluto a la unidad de España, un concepto que es muy anterior a cualquier democracia habida o por haber. Elimina de paso las comunidades autónomas, así como cualquier concierto económico, y deja solamente dos o tres de ellas con unas competencias mínimas que en ningún caso controlen la educación ni se les facilite el derroche. Y así un largo etcétera de medidas tendentes a poner en orden nuestra patria y a blindarla de traidores y garrapatas. ¿Ah, que tú no vales p'a eso? Pues dimite, hombre, dimite lo antes posible, convoca un congreso extraordinario y deja paso a Esperanza o algún otro miembro de tu partido con las glándulas necesarias para acometer las reformas. No digas que no se te avisa.

2 comentarios:

  1. No tengo claro quien es más traidor y colaborador con banda armada... ¿Zp por acción o Marino por omisión?...

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    1. Bueno, si acaso la culpa es de Aznar, por haber dejado a la banda medio KO y más que rabiosa. Y no es broma, lo he oído en alguna parte.

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