“Volvemos al 34” es la pintada que ha aparecido en la apedreada
cristalera de la sede del PP en Cangas de Narcea. A tan sesuda reflexión sólo
cabe apostillar que por falta de ganas de algunos no será, pues salvando las
distancias –que indudablemente son muchas– existen notables similitudes entre
la España de 1934 y la España de 2012 en cuanto al poco respeto que ciertos
elementos demuestran por la ley y la democracia.
No
les faltan ganas de volver al 34, por ejemplo, a todos aquellos mineros
reconvertidos en avezados profesionales de la lucha armada como medio para
coaccionar al Estado a base de cohetes y dinamita con vistas a seguir manteniendo
privilegios tan insostenibles como onerosamente subvencionados en perjuicio del
resto de la ciudadanía.
No
les faltan ganas de volver al 34 a todos aquellos políticos y medios de comunicación que defienden la legitimidad de las acciones terroristas de los
mineros, las apoyan y las patrocinan, cargando en el debe del gobierno
responsabilidades que sólo a los violentos pueden atribuírseles.
No
les faltan tampoco ganas de volver al 34 a los nacionalistas vascos y catalanes,
perennemente instalados en la poltrona de la subversión y el cinismo, haciendo
de su capa un sayo y conculcando según libre albedrío leyes y derechos con el propósito
de seguir mangoneando a sus anchas.
No
faltan, por tanto, en ciertos casos ganas de volver al 34. Y retomando el tema
de la pintada, probablemente el autor de la misma no tenga, más allá de
retorcidas manipulaciones, ni puta idea de qué fue y qué significó la
sangrienta insurrección de octubre de 1934 liderada por el PSOE y ERC –con la
colaboración, al menos moral, de Manuel Azaña– y dirigida no ya contra un
gobierno democrático sino contra la propia República. Si lo supiese, asco
debería sentir de sí mismo y de todos los anteriormente citados que suscriben
su proclama, ya que asco es lo único que pueden provocar aquellos ignorantes o
inconscientes que desean otro octubre de 1934: son los más aventajados
herederos de Caín, son los lúgubres heraldos del guerra civilismo más cerril.
Encuentro impecable tu artículo, amigo Rafael. Tienen ganas de volver al 34 los muchos hijos de puta que, desde distintos ámbitos, jalean a los mineros.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Gracias, Tío Chinto. Desgraciadamente, así parece ser.
EliminarUn saludo.
Lo más curioso de este caso es que el recorte a la minería fue acordado por Zapatero con la Unión Europea. Y que yo sepa al anterior gobierno no se le manifestaron como ahora lo hacen. Una vez más, la envenenada herencia socialista.
ResponderEliminarEnvenenada herencia de la que tardaremos en librarnos.
EliminarPues como digo yo en mi Google+ , les recuerdo a esos que en el 34 , la Legion ESPAÑOLA los corrio a gorrazos por las cuencas mineras. Si es lo que quieren , alla ellos XD.
ResponderEliminarGrüße aus dem Bunker
http://ausdembunker.blogspot.com.es/
Derrota que, por otra parte, la izquierda no aceptó y se dedicó a montar la tremenda campaña sobre las supuestas atrocidades de la represión –que aunque existió ni de lejos alcanzó el carácter apocalíptico que se le atribuyó– que serviría de eje vertebrador del Frente Popular.
EliminarLamentablemente, de una forma quizá algo más solapada, pero con los mismos protagonistas y los mismos objetivos, estamos en el 34.
ResponderEliminarYa veremos como acaba esta vez.
Esperemos que no llegue la sangre al río.
EliminarDemuestran una ignorancia supina, propia de este país de lerdos e ignorantes. La rebelión del 34 fue por motivos políticos y sólo políticos. La derecha había ganado las segundas elecciones republicanas y como dijo Azaña: nadie a mi derecha. Iban a entrar 3 ministros de la CEDA en el gobierno y ¡cómo iba la democrática izquierda republicana a consentir eso! ¡Ni hablar! Yo opino, que más bien han destapado sus motivos. Lo de los mineros no tiene nada que ver con la minería, ni con razones económicas, es simplemente política. Y lo han dicho, son tan torpes que se les ha escapado. Son los herederos de aquellos demócratas... Por cierto, también ignoran que una vez la revuelta se volvió inasumible incluso para Azaña, se envió a Franco y al abuelete de Zp entre otros a contrarrestar la revuelta... ¿A quien enviará Mariano? La duda me corroe...
ResponderEliminarTras ganar las elecciones la derecha, presionaron al presidente Alcalá-Zamora reconocidos izquierdistas como Negrín o Botella Asensi para que aquéllas fuesen anuladas. Sería también interesante que explicasen los herederos de los revolucionarios de octubre cómo la peligrosísima y fascista derecha no aprovechó la derrota de la insurrección de octubre para finiquitar la república.
Eliminar¿A quién enviará el señor Rajoy? A nadie.
La izquierda española, Rafael, sigue anclada en la época de los bolcheviques y el gulag estaliniano. No han avanzado nada.
ResponderEliminarPara ellos, como antaño, la Democracia les pertenece y ellos son los garantes de la misma. Por lo tanto, si no se actúa según sus ideales y propositos, la Democracia es atacada.
Esa es la idea que la izquierda española tiene de la Democracia. Esta muy bien el invento, pero siempre que se trate de SU democracia.
Lo dicho. Tiempos de Cheká.
Un saludo.
Ésa es la clave: la democracia les pertenece. Es más: ellos -la izquierda- son la democracia.
EliminarUn saludo, Herep.