viernes, 14 de septiembre de 2012

Cataluña: Ni contigo ni sin ti... (3/3)

En la imagen es posible apreciar a otro de los numerosos grupos de subvencionados, en este caso parece que paquistaníes o hindúes, que junto al perro flauta de la derecha y el sinvergüenza de la izquierda (Secretario de Inmigración de Convergencia) compusieron el variopinto mosaico de manifestantes ansiosos del Estado propio. No hay más que ver el letrero que lleva el del turbante morado: "Proclamemos la independencia ya". Me pregunto si sabrá ese pájaro lo que lleva escrito en el folio. 

Desde la Transición para acá, siempre que los gobiernos de España no han dispuesto de mayoría absoluta allí estaban los nacionalistas para dar soporte en el Congreso a cambio de... lo inconfesable, pero ahora vemos que el chantaje de la independencia puede ser tan válido para los cismáticos como el apoyo a las mayorías parlamentarias insuficientes. A condición, claro está, de que el Ejecutivo lo presida un individuo con horchata en las venas y nulo sentido de Estado, es decir, que se preocupe más de sostenerse en el poder, para lo cual es conveniente evitar la firmeza ante determinados desafíos nacionalistas (nunca se sabe si van a ser necesarios más adelante), en lugar de gobernar pensando igualmente en las generaciones futuras y en consecuencia obrar con determinación.

Lo que ocurre es que con la independencia de esta o aquella Comunidad autónoma tampoco acabaría todo. Se sabe que cualquier nacionalismo vive de la reivindicación permanente o la denuncia del supuesto agravio, lo que quiere decir que una Cataluña independiente bajo la férula del nacionalismo pasaría casi de inmediato a reclamar los territorios de "Els Països Catalans", a cuyo afecto introduciría en las regiones que lo integran a cuantos propagandistas locales necesitara. Gente bien pagada y con el encargo de crear movimientos políticos partidarios de la unión con Cataluña, como en realidad ya existen en Baleares y Comunidad Valenciana, si bien disfrazadas de asociaciones culturales. Es decir, una buena parte de lo que hubiese quedado de España se encontraría en poco tiempo mucho más desestabilizada que ahora, social y políticamente. Otro tanto podría decirse de Navarra, La Rioja, el norte de Burgos, Cantabria oriental, etc., donde el gobierno de un País Vasco independiente no dejaría de hacer un trabajo paralelo al de los gobernantes catalanes, en el supuesto de que los vascos no se independicen incluso antes y antes comenzaran la labor de zapa expansionista en pro de la "Euskal Herria" soñada.

Y eso en el hipotético caso de que a los nacionalistas catalanes no les diera por financiar alguna banda terrorista tipo Terra Lliure para actuar en "Els Països Catalans" o a los nacionalistas vascos reactivar la actividad de la banda asesina ETA. ¿Suena fuerte, verdad? Pues no lo es tanto, porque del nacionalismo incontrolado, repito, incontrolado cabe esperarlo todo, incluido el uso de cualquier medio para satisfacer sus deseos expansionistas, lo que es un método como otro de seguir contando con el necesario enemigo exterior como coartada de los iniquidades internas. El ejemplo más claro, pero no el único, se dio en la Alemania nazi. Y un nacionalismo con Estado propio no puede estar más incontrolado. Mañana España volvería a ser la enemiga al negarse a la "reunificación" de unas tierras que el nacionalismo también considera propias: "Els Països Catalans" y "Euskal Herria".

¿Cómo debería de reaccionar el Gobierno de España ante lo que sucedió el día 11 en Barcelona? Depende. Si trata de un Gobierno cuyos miembros se visten por los pies en lugar de vivir en la duda permanente, entonces hay razones más que sobradas (especialmente si se alega el incumplimiento de las sentencias judiciales) para suspender la Autonomía catalana mediante el uso del artículo 155 de la Constitución. ¿Haría algo así Rajoy? No lo creo en absoluto, se trata de un individuo vacilante, sin visión alguna de futuro, que además considera la mejora de la economía como la única solución a todos los males habidos o por haber. Y alguien así, torpe para enfrentarse a varios problemas al mismo tiempo, no es capaz de entrever que la inestabilidad provocada por los independentistas acabará con el poco prestigio que le queda a España y concluiremos todos (separatistas o no) en una espiral de miseria y decadencia, cuando no de agitación callejera y violencia. Desde luego, a juzgar por lo envalentonados que se muestran los separatistas, la solución de no hacer nada es la peor de todas, y a esa parece haberse apuntado Rajoy.

Asimismo creo que debería de reaccionar con energía el principal partido de la oposición, el PSOE, en lugar de jugar a verlas venir para que el PP se desgaste con el tema catalán y el vasco. Estoy convencido de que ante lo que sucedió en Barcelona, que no fue más que un punto intermedio de la deriva separatista, la gente de Rubalcaba debería llegar a la conclusión de que perdería 25 o más diputados en el caso de que Cataluña se separara. Y algo así prácticamente impediría que el socialismo volviese alguna vez al poder en España o en lo que quedase de ella. Claro que al mando de los socialistas españoles se encuentra uno de los políticos más nefastos de las últimas generaciones, luego tampoco cabe esperar nada de él. De tal manera que, entre unos y otros, nos encontramos en un verdadero callejón sin salida.

Lo conveniente sería un acuerdo de Estado entre el PP y el PSOE, siempre que Rajoy y Rubalcaba no fuesen dos perfectos inútiles, para reunir el Senado y suspender la Autonomía catalana (y la vasca en cuento fuese preciso). Acto seguido, se toma el control de la Policía autonómica y se mandan unas cuantas compañías antidisturbios de la Policía Nacional y la Guardia Civil a Cataluña. Y todo ello, claro está, mientras se reforma la Constitución para que el Gobierno de España reasuma la mayor parte de las competencias de las Comunidades, o incluso se eliminen todas después de elaborar una nueva Constitución y una Ley Electoral que considere a España como circunscripción única. No se volvería a saber nada más de los nacionalistas durante mucho, pero que mucho tiempo. Y de paso no haría falta derrochar casi 200 mil millones de euros anuales en mantener a tanto parásito autonómico. Amén.  

PD: Espero que haya quedado claro el porqué no soy partidario de que ciertas Comunidades se separen de España. Simplemente, sería volver a lo mismo de siempre o peor. Y además sin capacidad alguna para controlar las fechorías de los gobiernos de esos nuevos Estados. El nacionalismo no tiene solución por las buenas, lo mejor es que un poder superior termine con él, en este caso el poder del Estado español mediante el uso firme de la Ley.

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5 comentarios:

  1. Me parecen acertadas las fotos de "Cataluña, ni contigo ni sin tí". Excepto la valoración de Ciutadans, PP y PSOE están haciendo un flaco favor a España. Me he permitido copiarlas junto a los pies de fotos y el enlace Batiburrillo en mi blog. Muchas gracias.

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    1. Es que los separatistas lo último que pretenden es favorecer a España. Todo lo contrario, solamente saber mirarse su ombligo.

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  2. Dejo aquí dos extractos sacados de 2 artículos de la conocida periodista catalana Pilar Rahola que definen bien cuál es el sentir de muchos catalanes respecto a este tema:

    http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=&ID=2015 ("Orgullo"):

    "La idea de que hemos doblado la espalda durante demasiado tiempo recorre el pensamiento transversal de una nación que ha decidido ponerse en pie. Y como si se hubiera liberado de un peso ancestral, ha descubierto que su futuro no puede decidirse en las entrañas de España. Esa es, quizás la idea más fuerte de cuántas se han cocido en esta Diada histórica: que no tiene ningún sentido perder fuerzas, energías y tiempo en intentar negociar con un Estado que sólo nos usa como vaca de leche, pero que ni nos da oxígeno, ni nos tiene respeto. Esa vía es ya, para una gran masa social catalana, una vía muerta. Y la manifestación ha sido el grito masivo que ha recogido ese sentimiento".

    http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=&ID=2016 ("El fin de la inocencia"):

    "fuimos los grandes artífices de la lucha autonómica y nos premiaron con el café para todos; éramos el motor económico, y lejos de primarlo, se dedicaron a expoliarlo; descubrimos que existía la alta velocidad y se fue a Sevilla; aportamos una lengua milenaria, y se dedicaron a agredirla, con la vana esperanza de castellanizarnos; había que apretar las tuercas tributarias, y ahí estaba la vaca catalana; y cuando quisimos un Estatut renovado, aprobado y recortado en todas las cámaras parlamentarias, se sacaron de la manga a los del puro y el Constitucional para dejarnos en los huesos. Incluso osaron decir que no éramos una nación. Y parecía que no pasaba nada".

    Respecto a que se esté o no de de acuerdo con lo que se dice en ellos se estará a favor o en contra de las reivindicaciones catalanas.

    Saludos.



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    1. Rahola escribe muy bien, que para eso es filóloga. Otra cosa muy distinta es que alguna vez logre dejar sus recalcitrantes favoritismos a un lado, tanto si escribe desde su posición antiislámica como cuando de la Cataluña utópica se trata.

      Aparte de los sentimientos que expresa, y cada cual tiene los suyos, en ninguno de los dos extractos observo algo más que medias verdades o falsedades rotundas, como por ejemplo esta:

      "descubrimos que existía la alta velocidad y se fue a Sevilla". ¿Quién descubrió qué? ¿Solamente Cataluña debió tener la preferencia en el AVE?, ¿no lo merecía Sevilla con motivo de la Expo Universal? ¿Qué hay de esas otras regiones, como Murcia, donde llegará dentro de 20 años y dando un gran rodeo por Alicante? Si es que llega convertido en algo más que un AVE de 3ª incapaz de alcanzar los 300 Km/h. La respuesta a lo que expresa Rahola puede definirse en apenas dos palabras: Envidia, soberbia. Y añado: Esta señora no tiene ni idea de lo que son regiones maltratadas durante siglos por los distintos gobiernos de España.

      O esta otra: "aportamos una lengua milenaria, y se dedicaron a agredirla, con la vana esperanza de castellanizarnos". Quizá ocurrió algo parecido durante la dictadura, lo que ocurre es que los separatistas catalanes siguen diciendo exactamente lo mismo en la actualidad, cuando son ellos los que imponen su lengua desde hace varias décadas, y ahora en contra de toda ley o sentencia.
      Saludos.

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    2. En este caso estoy plenamente de acuerdo con Pedro, en especial en lo referente a lo del AVE. He puesto los dos artículos sólo para señalar en qué situación está la cuestión y qué argumentos se emplean.

      Saludos.

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