El partido socialista de Pedro Sánchez —no
confundir con un socialismo decente— acaba de permitir que en Baleares el socialismo regional vote en contra de la unidad de España. Hasta ahora, en otros seis parlamentos regionales, los socialistas han votado
a favor de la unidad o se han abstenido sobre la moción de Ciudadanos, una
propuesta que incluye asimismo la defensa de la Constitución y el Estado de
Derecho.
Diríase que
la clave de una votación tan desafortunada y desleal en Baleares, puesto que el
partido socialista de Pedro Sánchez aspira a ocupar (en el sentido de invadir) el
gobierno de España —eso sí, cuando sea, como sea y con quien sea— es que no
quiere contrariar a sus actuales socios de gobierno en la comunidad insular,
para los que respaldar la moción de Ciudadanos sería caer de lleno en anatema, y
por lo tanto el socialismo balear —no confundir con un socialismo decente— ante
la maldición que podría afectar a esa chusma que lo secunda se ha limitado a bajarse la bragas (en el caso de Francina es cosa cierta) y comentar con ellos a la oreja —oído es para los que escuchan cosas decentes—: