Inicio hoy una recopilación de artículos que figuran en el blog Batiburrillo de Red Liberal, muchos de ellos perfectamente en vigor y otros que, en el peor de los casos, nos recordarán nuestra historia más reciente y qué se opinaba sobre ella. Iré insertando a razón de 3-4 artículos al día (cuando me sea posible), y llevarán como categoría Batiburrillo-Red Liberal. Espero conseguir, en el plazo de unos tres años, que puedan leerse aquí buena parte de unos trabajos que considero de primera fila, la mayoría debidos a la pluma de colaboradores externos.
La razón es bien simple, la plantilla en que se escribió el antiguo blog Batiburrillo hace tiempo que se volvió incontrolable, de ahí que mi temor a que se pierda el esfuerzo de ocho años esté más que justificado. Como es lógico, comienzo por el primero de los artículos que abrió las páginas de Batiburrillo. Debo aclarar, además, que he intentado importar al completo el anterior blog, si bien los sistemas de ficheros en que fueron escritos han resultado incompatibles con los de Blogger, o al menos yo no he sabido, ajeno como soy a la informática, convertirlos al formato adecuado.
Libertad, loada de sabios, deseada de muchos y cantada de poetas, para cuya estimación todo el oro y las riquezas de la tierra es poco precio. Mateo Alemán (1547-1614)
Gracias a Daniel Rodríguez Herrera (1812), y a otros liberales que me han animado desde el grato cobijo que ofrece Red Liberal, inicio hoy una bitácora que espero sea duradera y gratificante. La titulo Batiburrillo, porque en ella pretendo desarrollar algunas ideas emparentadas con el sentido común que todos poseemos. Y éstas son, evidentemente, de lo más variadas.
El hombre nace libre y libre debe seguir, sin ninguna necesidad de unirse a la recua encandilada y, al mismo tiempo, sin mostrarse disperso. El hombre está dotado para lo más sublime y al tiempo para lo más infame. Sobre la historia de la infamia, como una reedición de la vieja historia de Borges, puede versar más de uno de mis futuros artículos.
Os invito a todos a compartir y participar de unos párrafos, inicialmente inexpertos, acerca de los cuales intentaré que casi nunca vayan exentos de polémica, puesto que de la discusión nació la luz, una luz que jamás debe cesar de iluminar al hombre libre.
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