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Edificio «El Siglo», lujosa sede de Acció Cultural del País Valencià. Como es sabido, la ACPV forma parte de las huestes nacionalistas catalanas que llevan años realizando una labor de 'apostolado' a favor del pancatalanismo sedicioso. A cambio, sus afiliados reciben toda clase de canongías procedentes del deficitario y manirroto Gobierno catalán, es decir, de todos los catalanes, sean partidarios o no de tanta malversación identitaria. |
Se dice que la clave del buen gobierno consiste en elegir adecuadamente el
modo en que se gasta el dinero recaudado en los impuestos. El objetivo deseable
es que dichos impuestos sean lo más bajos posible, porque donde mejor está el
dinero es en los bolsillos de los españoles, y que además beneficien al
conjunto de los ciudadanos, nunca a unos pocos seguidores privilegiados. De ahí
que el Estado, para ser equitativo y evitar el derroche arbitrario, deba poseer
una estructura lo más pequeña posible y carecer de esos cientos de miles de
paniaguados a los que es preciso contentar con jugosas subvenciones o con unos puestos
de trabajo improductivos que en ambos casos todos pagamos. El ejemplo más
notable de gobierno manirroto y arbitrario corrió a cargo de Zapatero, es
decir, del socialismo rumboso con lo ajeno, cuya herencia quedará para los
restos como modelo de lo que nunca debió hacerse y cuyas funestas consecuencias
pagarán varias generaciones de españoles a lo largo de las siguientes décadas.
Pero si hay otro sistema de gobierno que es aún peor, o como poco de la
misma mala ralea, es el gobierno nacional-separatista de Artur Mas, que
mientras le exige al Estado nuevas partidas anuales en forma de rescate, avisa de que “no acepta”cumplir el objetivo de déficit fijado para las CCAA en 2013. Al respecto, cabe recordar que en
2012 el Gobierno catalán recibió 11.687 millones de euros (¡que nunca devolverá!), y que el supuesto déficit entre lo que se recauda en Cataluña y lo que recibe a
cambio supone un importante beneficio para esa comunidad desde hace ya cuatro años.