jueves, 20 de diciembre de 2012

Crónica de una sedición anunciada

Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas

La peor de las inclinaciones posibles en una persona es la falta de lealtad, cuanto más si ha decidido traicionar a sus semejantes a muy largo plazo y trabaja incansablemente desde un cargo público para que se den las condiciones acordes a su proyecto conspirativo. Y no digamos nada si esa persona procede con semejante indignidad a sabiendas de que, como resultado de sus jugarretas, la población catalana quedará desgarrada en dos mitades casi irreconciliables. Y aún es mucho peor si acompaña su actitud de la doblez necesaria que la haga "invisible" durante más de tres décadas. Se trata de la más reprochable catadura moral que pueda poseer un político y es la que Jordi Pujol, desde que a principios de los años 80 anunció que serían precisos cincuenta años para crear su Cataluña idílica, nos ha venido ofreciendo a los que hemos seguido de cerca su inicua trayectoria.

Cuanto más presumía Pujol de ayudar a la gobernabilidad de España, hasta el punto de ser nombrado "español del año" en 1984 por un  diario ABC cuyo director vivía en Babia (eso si es que no recibió la orden de galardonarle directamente del Borbón), mayores eran sus tropelías y añagazas destinadas al adoctrinamiento intensivo de la población catalana, convertida hoy, por obra y gracia de un odio inculcado gota a gota durante tanto tiempo y sin pausa alguna, en una especia de Zombilandia donde cualquier signo tendente a la libertad y al respeto a la Ley es identificado por los separatistas como secuelas del franquismo.

Curiosamente, Pujol infravaloró sus propios métodos adoctrinadores y ahora vemos que mucho antes de llegar a esos 50 años que él pronosticó hay ya la suficiente población separatista (o apática como resultado del hastío) como para que la nave catalana zarpe en busca de una aventura cargada de incógnitas, pudiendo interpretarse la primera de esas incógnitas mediante una simple pregunta: ¿De qué van a vivir unos catalanes tan entrampados si pierden a su mejor cliente y de paso cualquier opción para financiarse?

Pues bien, se ha sabido que ya hay un acuerdo entre dos formaciones radicalmente antidemocráticas (CiU y ERC) para que en 2014 se produzca el paripé de un referéndum ilegal que si finalmente se efectúa será para ganarlo. Claro que hay quien dice que al concluir el verano de 2014, sea con Artur Mas como presidente de la Generalidad o con cualquier otro pelanas sumiso a Pujol, se romperá el compromiso y se convocarán nuevas elecciones, quedando todo en agua de borrajas salvo la continuidad de un malestar creado por tanta reivindicación sin fin que nos tiene hastiados a muchos españoles. Si acaso, los convergentes actuarán así en la confianza de que ERC vuelva a ofrecer uno de sus acostumbrados bandazos electorales y regrese a esa posición más acorde con el respaldo real que posee en Cataluña. Es decir, 8-10 diputados autonómicos, a lo sumo.

Entretanto, el PSC puede haber recuperado algún prestigio entre sus votantes tradicionales, restándole diputados a una Esquerra ultramontana, y los de Ciudadanos, único partido que en Cataluña habla claro y no secunda irregularidades como hace el PPC, recaudarían para sí el voto de los que sienten ascos de tanto enjuague nacionalista y tanta indefinición respecto a un "derecho a decidir" que se da de bruces con los postulados de las Naciones Unidas, una de cuyas resoluciones, la 1514, contiene literalmente el siguiente párrafo: Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Parece como si en 1960, cuando se redactó el punto 6º de la resolución 1514, quienes lo aprobaron hubiesen querido alertar contra las sediciones separatistas de personajillos como Pujol.

PD: Lo más curioso de toda esta trayectoria de felonías continuadas es que el pardillo de Artur Mas puede acabar la aventura en prisión, o como poco inhabilitado para cargo público, mientras que el principal responsable de tanta fechoría, el confabulador Pujol, igual acaba sus días tan ricamente (literalmente hablando) en alguna finca de lujo en Suiza o México. 

4 comentarios:

  1. Y lo primero que se les ha ocurrido es crujir aún más a los catalanes con nuevos impuestos y subida de otros.

    Mientras que no adoptan ningún acuerdo dirigido a controlar los desbocados gastos que genera su administración "independentista" (véase, por ejemplo, si existe algún recorte en embajadas autonómicas catalanas, por ejemplo), cuestión para la que son más inmovilistas que nadie, se dedican a inventarse nuevos impuestos, subir tasas (como las universitarias), mantener el euro por receta y gravar los depósitos bancarios.

    Esto último es lo mejor: aprietan tuercos en los ahorros --muchos de ellos modestos y conseguidos durante años de trabajo-- de los catalanes y, encima, ni se les ocurre pensar en progresividad alguna (el pequeño ahorrador o el jubilado con unos euros ahorrados tendrá el mismo gravamen que los ricos o los pijos afortunados, como la familia Pujol, mismamente).

    O sea, ¿queríais nacionalismo? Pues aquí tenéis kilo y medio como primer plato.

    Parecen tan enemigos de España como de sus propios conciudadanos catalanes.

    Ojalá los catalanes de a pie vayan abriendo más los ojos y se vayan dando cuenta en qué manos ponen su futuro. Si se dejan de fanatismos ideológicos y manipuladores nacionalistas verán con mente más libre y crítica el camino al que los quieren meter.

    ¡¡¡ Espabilen, catalanes !!!
    ¡¡¡ Recuerden lo nefasto que ha sido siempre un gobierno donde estuviera metido ERC !!!
    ¡¡¡ Déjense de dogmas ideológicos decimonónicos y desfasados !!!

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    1. Excelente comentario. La moraleja que quizá, solo quizá, pudiera sacarse de todo esto es que como los ciudadanos catalanes acaben por comprender quiénes son los verdaderos culpables de sus desgracias es posible que el nacional-separatismo quede en posición residual durante muchos años.

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    2. Gracias, Sr. Espinosa.

      Como bien dice, QUIZÁ. Soy pesimista. 35 años de adoctrinamiento a todos los niveles ---empezando por la joya de las autonomías que es la educación escolar--- dan para muchas dificultades de superar semejante desvarío nacionalista-identitario.

      Siempre dicen que el pueblo no es tonto ... pues OJALÁ.

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    3. Me temo que uno a uno la mayoría sería salvable, pero en bloque, o sea, en rebaño, somos perfectamente modelables a los intereses de los totalitarios.

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Comentarios moderados.