Artur Mas debe estar a estas alturas oliéndose los
sobacos, a ver si atufa ya a muerto y cree llegada la hora de encargar el nicho destinado al descanso eterno, se entiende que en lo político. Tal actitud sería la lógica en
alguien que sin duda es todo un cadáver institucional, es decir, un 'molt
honorable' cadáver presidencial en funciones, según acaba de certificar esta
misma tarde ese pelotón de forenses que actúan bajo las siglas de la CUP y que
han estado velando el fiambre, o alternativamente haciéndole el boca a boca, a
capricho del momento y en una especie de pelar la pava inmisericorde, para al
final venir a decirle al finado: "Usted falleció el 27 de septiembre, ya puede dejar de respirar".
"Aunque ya sabemos que tenía usted previsto
ser investido sobre el 4 o 5 de enero de 2016, según el papel que enseñó a las cámaras para presionarnos, nos permitimos informarle de que simplemente debe usted darse por jodido, así
que vaya apuntándose al paro, que algo le darán cada mes por la mierda de
servicios prestados, salvo que pretenda mantenerse en la política y contemplar
la siguiente legislatura desde un escaño bien alto, de puro gallinero, en el peor sitio del 'Parlament'. Osease, que si depende de la CUP no volverá a presidirnos más ni a
pasear su chulería altanera por los pasillos de la Cámara parlamentaria, por lo
que le recomendamos que ensaye el modo de circular con mayor humildad, tanto en el
paso como sobre todo en el gesto". Requiescat
in pace.
Alguno se preguntará qué tengo yo contra Artur Mas
para tratarlo con tanto desprecio. ¡Todo, lo tengo todo en su contra! Es un
tipo fanatizado que solamente en dos años ha expulsado 1.400 empresas de Cataluña, y muchas más en el resto de los años en que ha mandado, propiciando entre otras cuestiones a cual más negativa una deuda de 65.000 millones de euros que vamos pagando entre todos los españoles. Es un maldito farsante que ha dedicado buena parte del dinero público a las
causas más peregrinas, siempre y cuando estas causas propiciaran el
soberanismo, término eufemístico para designar la separación poco menos que
irreconciliable de los catalanes en dos bloques enfrentados, donde uno posee
familiares y amigos en cada bando. Es un sujeto arbitrario que ha propiciado el
adoctrinamiento y la dictadura lingüística a lo largo de su interminable
carrera política como colaborador directo a sucesor del más grande sinvergüenza
que hayan dado los tiempos en Cataluña, Jordi Pujol y su mafiosa parentela. Es
un miserable traidor a lo que considero nuestro bien más sagrado: la unidad de
España. En fin, para que seguir. ¡Que le den dos duros a este nefasto fulano y
usted que lo vea y se alegre del "vete a tomar por saco" propiciado por los antisistema, como yo lo hago!
ResponderEliminarSe pelean los ladrones y se beneficia la policía.
Más o menos dice así el antiguo dicho. Estos se pelean y lo único que puede pasar es que algunos descubran como los han engañado y se caigan del burro. De modo que algo ganaremos todos.
Naturalmente todo se ha hecho con la connivencia de los sucesivos gobiernos, pero conforme vamos sabiendo cosas comprendemos que es imposible el encubrimiento de tanta indecencia sólo por el apoyo parlamentario. Tiene que haber más y algún día nos enteraremos (de forma retórica, porque no viviré entonces, pero mis descendientes espero que sí) del trasfondo de todo.
65 000 millones son muchos millones como para permitirlo sin poderosas razones y en estos cuatro años el gobierno no ha necesitado los votos de los catalanes.
Pacococo
Feliz Año y tú le pones el signo de admiración o de interrogación, según lo veas.
Cuesta mucho creer que todo ha sido consentido por todos los gobiernos de España. Sí, es cierto que el refrán afirma "piensa mal y acertarás", pero incluso en el mal pensar puede uno pasarse de frenada. Yo, sinceramente, creo que lo de Cataluña y en menor medida lo de otros separatismos no es posible entenderlo en su totalidad, ya que no parece lógico que haya tanto malvado y sobre todo tanto borrego. ¡Muy feliz año, amigo Paco!
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ResponderEliminarVeo que tienes esperanzas en un feliz año. Eso es bueno, la esperanza es lo último que se pierde y cuando se pierde, se acabó.
Haces bien en ser optimista.