Alicia Sánchez-Camacho, ¿torpe, acomplejada o sumisa?

Alicia Sánchez-Camacho Pérez, ¿torpe, acomplejada o sumisa? ¿O las tres cosas a la vez?

Para los que nos sentimos españoles no puede ser más indignante la torpeza o la sumisión del Partido Popular en Cataluña respecto al comportamiento de CiU, tanto en el gobierno de la Generalidad como en el ayuntamiento de Barcelona. En ambos casos, el apoyo de los populares es esencial para facilitar la gobernabilidad, pero da la sensación de que Alicia les presta su apoyo a cambio de cuatro migajas, como puedan ser las alcaldías de Badalona y Castelldefels, donde al mismo tiempo los de CiU no dejan de controlarlo todo en el ámbito 'identitario', o la vicepresidencia de la Diputación de Barcelona, gobernada asimismo por CiU y con derecho a barra libre de unos nacionalistas que derrochan el dinero en los proyectos más peregrinos, siempre que vayan destinados a 'fer país', claro. Todo eso sucede, además, mientras no paran de injuriar con el 'España nos roba' o lindezas semejantes y de amenazar cada minuto con la independencia, sin que esas actitudes merezcan una respuesta contundente de la Camacho y, por elevación, del Gobierno de España presidido por su jefe Mariano, blandengue a más no poder a la hora de enfrentarse a los totalitarios periféricos e inconsciente por completo de que hasta que España no vuelva a la unidad, como mínimo de mercado, esa economía que tanto le importa no levantará cabeza.

A cambio, los peperos catalanes no cesar de tragarse unos cuantos sapos de gran tamaño, casi a diario, como pudiera ser el hecho de que Artur Mas, tan pronto ha recibido del Gobierno un anticipo de 1.800 millones de euros, lleve al Constitucional el paquete de medidas aprobado por Mariano Rajoy en materia de sanidad. O bien, en el caso del Ayuntamiento barcelonés, el enorme desprecio que supone que haya rechazado una oferta de Hyundai para instalar, de forma gratuita, pantallas gigantes que permitan a los aficionados presenciar el Campeonato europeo de fútbol. Sin contar que ya han resuelto no aplicar la sentencia sobre el uso preferente del catalán y el alcalde Trías justifica la decisión mediante esta frase incalificable: "Lo que no hacemos y no haremos es dar toda la información en bilingüe; estamos en Cataluña". Como si en Cataluña, ¡so fascista! el único idioma existente fuese el catalán. Como si en Barcelona y su área metropolitana, donde se encuentran casi todos los usuarios potenciales de los servicios del municipio, el español no fuese muy mayoritario entre sus habitantes y éstos te importasen un pimiento.

Con todo, lo más llamativo es la complicidad de Alicia Sánchez-Camacho respecto a los flagrantes desacatos a la Ley en el tema lingüístico. Una complicidad con los nacional-separatistas confesos que se ejemplifica mediante la abstención popular en las iniciativas que los convergentes presentan en el Parlamento catalán o en el ayuntamiento de Barcelona, lo que permite que sean aprobadas. Una complicidad, repito, que nunca pasa por denunciar como es debido a todos esos politicastros nacionalistas sediciosos, haciendo intervenir si fuese preciso a la Fiscalía General del Estado, y que, desde Artur Mas para abajo, se chulean a menudo sobre sus intenciones de incumplir las sentencias de los tribunales o las leyes emanadas del Gobierno de España y refrendadas por el Congreso de los Diputados, donde reside la soberanía de la Nación española. ¡Cuánta falta hace ver entre rejas a más de un nacionalista o como poco inhabilitado a perpetuidad!

Este tema daría mucho más de sí, ya que son numerosísimos los desacatos del nacionalismo catalán a las leyes, así como los desplantes hacia todo lo que suene a PP o a España: El domingo pasado, sin ir más lejos, organizaron otra pitada a nuestra bandera y nuestro himno en el circuito de Montmeló. ¿Algún político catalán ha protestado? Si es así, esa protesta no ha trascendido en absoluto. Baste con lo apuntado, por el momento, para plantearse la consabida pregunta: ¿Alicia Sánchez-Camacho actúa por su cuenta o se limita a obedecer a Mariano Rajoy? Es decir, ¿se trata de una persona torpe, acomplejada o sumisa? O las tres cosas a la vez. En cualquier caso, de continuo se las traga dobladas y si tuviera un poco de dignidad se iría cuanto antes a su casa.

¡Qué gran diferencia con Alejo Vidal-Quadras!, un señor con principios irrenunciables que en todo momento llevó al PP con la cabeza muy alta, hasta el punto de que en su día, en circunstancias mucho más adversas, logró en Cataluña unos resultados electorales muy semejantes a los de ahora, pero no usó a sus diputados para dorarle la píldora a Pujol, sino para sacarle los colores. Y cómo serían las afrentas bien argumentadas que el 'virrey austracista' sufrió a manos de Alejo, que en cuanto llegó Aznar al poder, eso sí, con el obligado respaldo de CiU, se exigió y se obtuvo la cabeza de Vidal-Quadras, lo que a su vez supuso uno de los mayores desaciertos de la era Aznar.