Cartel de la presentación de la obra en septiembre de 2011 |
España tiene un problema innegable con la economía. Eso sí, un problema
heredado de la izquierda que la derecha quiere solucionar, lo que el PP está
tratando de hacer con más o menos acierto. Pasó así al marcharse Felipe González,
que nos dejó en la miseria y en un país asolado por las corruptelas. Y ha vuelto
a ocurrir con Zapatero, solo que aumentado y corregido al haberse generalizado la
corrupción y el derroche en cualquier ámbito del Estado, con unas comunidades y
ayuntamientos de todos los espectros políticos inmersos en la obsesión por el
gasto más estrafalario. Y es que todos ellos, en efecto, se han mostrado incapaces
de atenerse a lo fijado en los presupuestos ordinarios y hace años que se echaron al monte
al ver que sus vecinos tiraban la casa por la ventana, de ahí que no dudasen en pedir más y más empréstitos
(recordemos los bonos patrióticos emitidos en Cataluña, hoy incapaces de
pagarlos) como consecuencia de la eliminación inmediata por Zapatero de la ley
que fijaba el tope de endeudamiento.
De donde se deduce que los gobiernos de izquierdas, apoyados casi siempre
por los comunistas y los sindicalistas (y a menudo por los nacionalistas), no
nos convienen en absoluto a los españoles, ya que está demostrado nada menos
que por dos veces que esos gobiernos dilapidan el dinero y lo destinan
esencialmente a la búsqueda de una clientela que les vote a piñón fijo. Por si
fuese poco, su aparatoso déficit democrático les impulsa a favorecer la
propagación de un ideario tan obsoleto como partidista. En pocas palabras,
digamos que los gobiernos socialistas suelen fracasar porque son incapaces de evitar
el favoritismo hacia una parte de la población. Lo que supone que después de 35
años nos encontremos con un problema mucho mayor que el económico: La España
dividida que ha de helarte el corazón, permítase la paráfrasis de Machado.
Veamos un ejemplo palpable en el mundo del cine: "Entre 1940 y 1975 se hicieron 39 películas sobre la Guerra Civil
española, y entre 1976 y 2008 se hicieron 50". Número que ahora quizá se
eleve a más de 60 puesto que no hay año en que no se presentes tres o cuatro
bodrios destinados al adoctrinamiento. "Es decir, en tres años menos, 11
películas más". La información la facilita Carmelo López-Arias en El Semanal Digital. Lo hace a partir de un libro editado recientemente, que lleva por título
"Cine español y adoctrinamiento político en democracia" y que está escrito
por Víctor M. Pérez Velasco. Debo decir que en cuanto pueda me haré con la
obra, porque me parece un gran acierto desenmascarar la actitud partidista de
una izquierda, sedicentes progresistas y gentes de la cultura, que lo único que
ha hecho en tantos años es mantener el guerracivilismo más sectario.
Añade el
artículo de López-Arias que [el autor] precisa algo más en su libro: el
"calado adoctrinador" de esas películas es "igual e incluso
mayor que en el periodo franquista". Asumiendo que en ambos periodos la
parcialidad fuese la norma, "se observa una relajación a partir de
mediados de los años sesenta" en la carga ideológica de las producciones
durante el régimen de Franco, mientras que en el periodo democrático no
sucede así. Pérez Velasco destaca que "con mayor énfasis deberá ser
denunciado el adoctrinamiento en un periodo democrático, precisamente porque
durante él se espera un tratamiento transparente, veraz y contrastado de hechos
e ideas", en vez de lo que considera "desquite histórico, por no decir
revancha" como ha sucedido en realidad respecto a la situación anterior.
"Impresiona también [...] la generosidad de dinero público que ha avalado
esta parcialidad [destinada] a marginar automáticamente, como mínimo, a la
media España que subvenciona a la fuerza ese cine.
No suelo ir a ver el cine que produzco... ;)
ResponderEliminarY como tú, la mayoría de nosotros, de ahí que cada nueva película sea un fracaso de taquilla.
EliminarAna Belén y Victoria Abril vestidas de democráticas milicianas de la CNT (siguiendo el enlace) están divinas de la muerte.
ResponderEliminarPues sí, muy progres esas dos chicas. Bueno, en realidad ya casi ancianas. Curiosamente Victoria Abril se quejaba estos días de que no la llaman para hacer cine en España.
Eliminar¡Cómo no!
ResponderEliminarTus informaciones...tan torticeras como parciales a la hora de repartir responsabilidades políticas sobre la crisis.
Última vez que le acepto un comentario sin que su opinión vaya argumentada. Aquí no es obligatorio entrar ni leer nada, pero si se califica lo que se lee debe hacerse con algún fundamento, no en plan pedrada.
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