Cada vez que uno recibe la sensación de lo mal que está actuando el gobierno
de Rajoy, al que sin duda le falta coraje para acometer las reformas necesarias
no ya en la economía, que también, sino en el cambio profundo de unas
administraciones, comenzando por las autonómicas, donde anidan la corrupción,
el derroche y el desacato a las leyes, se producen noticias que invitan a
comparar el comportamiento de los populares con el desmán continuado del Ejecutivo
anterior. Dos noticias recientes vienen a demostrar una vez más la herencia
envenenada que nos dejó el socialismo zapaterino, tan inmoral, arbitrario y
manirroto:
De un lado tenemos una sentencia del Supremo en la que se le dice a Maria
Teresa Fernández de la Vega que la impugnación presentada "revela un grado de
intolerancia para con la crítica política tan elevado que, en verdad, resulta
incompatible con una sociedad democrática". Es decir, al Supremo solo
le ha faltado llamar fascista a la que fue vicepresidenta del gobierno y hoy
es, naturalmente por enchufe, un miembro del Consejo de Estado, que es uno de
esos organismos obsoletos a más no poder, bueno para nada y cuyos dictámenes no
son vinculantes, un organismo donde van a parar los políticos quemados o
gandules que aspiran a un sueldazo con muy poco trabajo. Basta con reparar en
que ZP logró plaza de por vida.
De otra parte
se ha sabido que Leire Pajín, quizá como consecuencia de un fuerte codazo
propinado desde el sector Rubalcaba-Valenciano, ha anunciado que se va a 'trabajar'
una temporada a la Organización Panamericana de Salud, con sede en Washington. Se
sabe que España es un estado observador en la citada organización, o sea, que
ni siquiera es miembro de pleno derecho, circunstancia que no le impidió,
naturalmente en la era ZP, donar 61 millones de euros, casi todos ellos entre
los años 2007-2010. La Pajín obtiene ahora, gracias a que la organización la
preside la peronista Mirta Roses, un acomodo que ella misma se compró en su día
a través de un convenio firmado entre la OPS y el ministerio de Sanidad de
España, en octubre de 2011, cuando la entonces ministra calculaba ya su
retirada y justo un mes antes de la derrota del PSOE en las generales.
El dicho
popular afirma: "Si me miro, me veo regular; ahora bien, ¡si me
comparo!". Tal es el caso del gobierno del PP, al que no se le ve nada
bien en los seis meses de vacilaciones que viene demostrándonos; pero si se le
compara con el gobierno del PSOE, donde incluso transcurrido medio año van
apareciendo bajezas morales, caso De la Vega, o directamente malversaciones del
erario destinadas a comprarse un cargo, caso Pajín, entonces... ¡Ah, entonces!
Creo que la fotografía que ilustra el artículo hace justicia al grado de indecencia de sus protagonistas. Incapaces de soportar la peste que desprenden, una se tapona la nariz y la otra se tapa nariz y boca.
ResponderEliminarSin contar que lo más probable es que se estén maquinando alguna ilegalidad.
Eliminar¡Dios mío en qué manos hemos estado!
ResponderEliminarY como estas dos uno un 'puñao' más, algunos aún peores. Ya sabes a quién me refiero.
EliminarEfectivamente: si bastante penoso habría sido padecer solamente a estas dos señoritas padecerlas a ellas y a sus amigotes ha sido, directamente, una hecatombe.
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