Artur Mas, ese cabecilla nacionalista cuya ideológica le aleja radicalmente
de cualquier punto de vista medianamente sensato y democrático, acaba de
declarar que Cataluña no debería ser intervenida. Incluso amenaza, en el caso
de que se intervenga, con la convocatoria de elecciones autonómicas, como si
una nueva consulta a los ciudadanos representara un gran mal para el resto de
España. A menos, claro está, que en su programa incluyera la independencia de
Cataluña y tratara de convertir el acto electoral en un plebiscito separatistas.
Pues si es así, espero que se lleve una gran sorpresa. Lo más curioso del caso en
el tema de fondo, aunque ya no sorprende a casi nadie viniendo la declaración de
un especialista en retorcerle el brazo a la realidad, es que este hombre basa su
comentario en dos falsedades:
1) "[Cataluña] está haciendo
los deberes como la que más".
¿Qué hay de las embajadas innecesarias? ¿Cuántas se han cerrado? ¿Qué de
las numerosísimas subvenciones a los medios de comunicación exclusivamente en
catalán? ¿Qué de las cuantiosas subvenciones a organizaciones identitarias, como Omnium Cultural, dedicadas a crear y promover el separatismo? ¿Qué de la pasta gansa que se llevan las
selecciones 'nacionales' catalanas en cualquier modalidad deportiva? ¿Qué de los cientos y
cientos de empresas públicas catalanas y fundaciones, totalmente inservibles salvo como
refugio-pesebre de los seguidores del régimen nacionalista? ¿Qué de esa TV3
entrampada hasta las cejas, con cientos y cientos de enchufados sectarios, cuyo
'mérito' exclusivo es proclamar a todas horas que "España nos
roba" o a recordar el supuesto "derecho a decidir"? ¿A esa actitud
manirrota, sectaria y falta por completo de ética es a lo que tú defines como hacer los
deberes?
2) "Quien no paga no puede
intervenir al que no cobra".
Artur Mas alega reiteradamente que el 'Estado español'
le debe dinero a Cataluña, y habla de dos partidas no satisfechas por el
Estado, por un importe total de 970 millones de euros, que debían ir destinados
a infraestructuras y que se incluyeron para los años 2011 y 2012 en la
disposición adicional segunda del Estatuto. Pues bien, sobre esa disposición
adicional se pronunció ya el Tribunal Constitucional y dejó claro que no era
vinculante. O dicho con otras palabras: Si el manirroto de Zapatero no tenía
inconveniente en soltarle un pastón a unos nacionalistas que necesitaba como
socios en el Parlamento, pese a lo cual incumplió el pago de 2011, que era
mucho mayor, nada obliga ahora al gobierno del PP, según el TC, a seguir en la
misma línea manirrota. Así, pues, por mucho que el nacionalista Mas lloriquee a
todas horas sobre unos pájaros volando, no por ello existe la deuda que le
reclama al Estado. Y a pesar de todo, el nacionalista Mas ha insistido hoy mismo en el tema. Eso sí, se olvida de informar que el
Tripartito dejó una deuda que ascendía a 28.000 millones de euros y en la
actualidad, transcurridos menos de dos años, esa deuda asciende ya a 42.000
millones de euros, de los cuales en 2012 le vencen 13.000 millones.
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La esncia del nacionalismo: falsear, falsificar, mentir y lloriquear.
ResponderEliminar...Y subvencionar a la clientela.
EliminarAmigo, la pela es la pela. De eso se trata, ¿no?
Eliminar'Sasto'
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