sábado, 11 de enero de 2020

La tiranía iraní, referente de Podemos (1 de 2)


Para cualquier seguidor no sectario de la política hay dos tipos de regímenes tiránicos: Los islamistas y los comunistas, porque en ambos casos la libertad individual y la democracia se encuentran amordazadas y el pueblo llano ha pasado a la condición de populacho.

En el caso del partido Podemos (me resisto a escribir lo de Unidas-Podemos), que disimula su comunismo radical a causa de lo muy desprestigiado que está tras 110 millones de personas asesinadas, se da una doble condición tiránica: la del islamismo (no confundir con el islam) y la del leninismo-estalinismo más atroz. De ahí que los podemitas sean tan amigos del régimen iraní, puesto que les ha subvencionado de mil maneras distintas, así como de varias narco dictaduras comunistas en América, igualmente de lo más rumbosas a la hora de aportar financiación para un partido a imagen y semejanza de su propia calaña tiránica, la bolivariana.

Ahora bien, la actualidad obliga a referirse hoy al submundo de los ayatolás, un territorio enorme (tres veces más grande que España), denominado oficialmente República islámica de Irán, cuya variante musulmana, la chiita, es poco más que una secta del 15% de los musulmanes, que incorporó todo un sura al Corán, obra de Dios a la que no se puede añadir ni una sola palabra, para justificar que ellos solo reconocen la dinastía de Alí. En cualquier caso, los chiítas se han significado desde siempre por su radicalidad, violencia y afán expansionista.

Lo evidencia así el hecho de que Irán no tiene suficiente con mantener esclavizada a su propia población (83 millones de habitantes), sino que trata a toda costa de exportar su tiranía a cuantos países lo rodean o son cercanos, a los que les ha ocasionado no pocos conflictos en las últimas décadas que aparejaron matanzas y sufrimiento: Iraq, Siria, Turquía, Afganistán, Pakistán, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán... padecieron las intromisiones iraníes. E incluso Israel, única nación democrática en el área, sobre la que el gobierno de Irán vierte la amenaza constante de hacerla desaparecer.

Como conclusión de esta primera parte, cabe anotar que a última hora de ayer el gobierno iraní reconoció que sus misiles habían derribado el avión ucraniano. Eso sí, lo atribuyó a un error humano. Pues menos mal que esta gente aún no dispone de armas nucleares, porque si fuese así...

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