Para cualquier seguidor
no sectario de la política hay dos tipos de regímenes tiránicos: Los islamistas
y los comunistas, porque en ambos casos la libertad individual y la democracia
se encuentran amordazadas y el pueblo llano ha pasado a la condición de populacho.
En el caso del
partido Podemos (me resisto a escribir lo de Unidas-Podemos), que disimula su
comunismo radical a causa de lo muy desprestigiado que está tras 110 millones
de personas asesinadas, se da una doble condición tiránica: la del islamismo
(no confundir con el islam) y la del leninismo-estalinismo más atroz. De ahí
que los podemitas sean tan amigos del régimen iraní, puesto que les ha
subvencionado de mil maneras distintas, así como de varias narco dictaduras comunistas
en América, igualmente de lo más rumbosas a la hora de aportar financiación
para un partido a imagen y semejanza de su propia calaña tiránica, la
bolivariana.
Ahora bien, la
actualidad obliga a referirse hoy al submundo de los ayatolás, un territorio
enorme (tres veces más grande que España), denominado oficialmente República
islámica de Irán, cuya variante musulmana, la chiita, es poco más que una secta
del 15% de los musulmanes, que incorporó todo un sura al Corán, obra de Dios a
la que no se puede añadir ni una sola palabra, para justificar que ellos solo reconocen la dinastía de Alí. En cualquier caso, los chiítas se han significado desde
siempre por su radicalidad, violencia y afán expansionista.
Lo evidencia así
el hecho de que Irán no tiene suficiente con mantener esclavizada a su propia
población (83 millones de habitantes), sino que trata a toda costa de exportar
su tiranía a cuantos países lo rodean o son cercanos, a los que les ha
ocasionado no pocos conflictos en las últimas décadas que aparejaron matanzas y
sufrimiento: Iraq, Siria, Turquía, Afganistán, Pakistán, Armenia, Azerbaiyán,
Turkmenistán... padecieron las intromisiones iraníes. E incluso Israel, única nación democrática en el área, sobre
la que el gobierno de Irán vierte la amenaza constante de hacerla desaparecer.
Como conclusión de esta primera parte, cabe anotar que a última hora de ayer el gobierno iraní reconoció que sus misiles habían derribado el avión ucraniano. Eso sí, lo atribuyó a un error humano. Pues menos mal que esta gente aún no dispone de armas nucleares, porque si fuese así...
Como conclusión de esta primera parte, cabe anotar que a última hora de ayer el gobierno iraní reconoció que sus misiles habían derribado el avión ucraniano. Eso sí, lo atribuyó a un error humano. Pues menos mal que esta gente aún no dispone de armas nucleares, porque si fuese así...
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