Pues resulta que
José Luis Ábalos confirma que vio en Barajas a la número dos del régimen
venezolano, pero asegura que fue un encuentro fortuito.
Vamos, de casualidad, de pura chiripa. Ocurrió al ir a Barajas a tomar café (o
un carajillo, que así tiene esa voz tan aguardentosa) y en el aeropuerto le
dijeron que en el Falcon turco que usa la jefa chavista sirven un café
cojonudo. Y ahí que se va Ábalos, en pos de lo fortuito. ¡Toma ya!
Lo que ocurre es
que Delcy Rodríguez, la Dos del genocida Maduro, tiene vetada la entrada en la
Unión Europea como consecuencia de la vulneración de los derechos humanos que
practica su régimen, por lo que en Europa se reconoce a Juan Guaidó como
presidente encargado de Venezuela, lo que asimismo secunda España, al menos en teoría.
Por tal razón, Ábalos debió ir a tomar café a su puñetera casa en lugar de
entrevistarse, a saber cuántas horas y sobre qué temas (el avión permaneció en
Barajas durante 14 horas) con la desquiciada chavista.
Preguntado por
el asunto, Ábalos aseguró que fue a Barajas a título privado (y tan privado), a
recoger a un amigo venezolano, que casualmente es el ministro de turismo
chavista, Félix Plasencia, a quien recibió al día siguiente en la sede del
ministerio, sin que se hiciera público en ese momento, ya que a buen seguro que
también fue de forma fortuita y coincidieron en la cantina del ministerio
cuando fueron a tomar café. Por supuesto que Ábalos desmiente cualquier contacto
con la Vicepresidenta de Maduro, e insiste, tras abroncar a los periodistas, en
que él solo fue a Barajas a recoger a su amigo (¡coño, que pida un taxi!), lo
que por sí solo justifica con creces la hora y media que Ábalos permaneció dentro
del Falcon, donde servían un café cojonudo.
En resumen, si
los encuentros con genocidas pueden ser fortuitos, ¿quién puede exigir que la
especulación deba alejarse de esa misma línea? Luego está claro que en el
presente caso lo más probable, puestos a especular de modo fortuito, es que
Ábalos sea el emisario de Fraudez y del Coletas que negocie con los chavistas
para que, una vez hayan sacado de Venezuela cualquier cosa u objeto de valor (obras
de arte, divisas, piedras preciosas, oro, etc.), el gobierno de España se
interese ante la Unión Europea a fin de que se permita que en nuestro país se
acoja como exiliados a cuantos malnacidos venezolanos quiera instalarse aquí y
vivir a cuerpo de rey.
Exilio que puede
apetecerles mucho si se consideran dos circunstancias: Que esta gentuza ya
dispone en España de numerosas propiedades inmobiliarias, casi todas de lujo, y
que están convencidos de que los social-comunistas encabezados por Fraudez
implantarán un régimen muy semejante al de ellos. Y además de larga duración:
entre 10 y 30 años. Así que no les faltará tiempo para tomar café del bueno.
¿A quién le parecía 'formal' Ábalos? A algún ciego y sordo, supongo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Ahora una pequeña apostilla:
EliminarLas cualidades dependen según con quien se compare. Me parecía que Ábalos era distinto a Carmen Calvo o la señora Celaá, por ejemplo. Siempre en la línea socialista de la farsa, Ábalos no daba tanto la nota.