Como
continuación al artículo de ayer, en el que ya se refleja que el régimen iraní ha
reconocido que sus misiles derribaron el avión ucraniano, un hecho que atribuyen
al error humano y que ha costado la vida de 176 pasajeros además de la tripulación, se
desprende algo que hasta cierto punto pudiera considerarse positivo: la suerte
que tienen los vecinos de Irán (sobre todo Israel) con que semejante gentuza no
cuente aún con armamento nuclear. Tales circunstancias, a mi modo de ver,
refuerzan la siniestra reputación de Irán a lo largo de los tiempos.
Es una verdadera
lástima, en efecto, pero algunos países han aportado muy poco a la causa de la
Humanidad (en mayúsculas), e Irán (la antigua Persia) es uno de ellos: A lo
largo de sus 2.570 años de existencia acreditada, tras cinco dinastías imperiales
a cual más cruel, seguidas de otros cuatro regímenes igualmente arbitrarios y
liberticidas, todo lo logrado por Irán se resume en una simple frase: Jamás ha
respetado nada ni a nadie (Grecia, cuna de Occidente y su cultura, podría dar buena fe de ello). Asimismo, la herencia iraní en lo que se refiere a la ciencia y el arte es poco más que un
montón de ruinas. Pero lo peor de todo es que hoy en día sigue en su línea multicentenaria de extender la maldad,
puesto que el gobierno que hoy padece el pueblo de Irán carece por completo de escrúpulos y gran parte
de los enormes beneficios que le aportan el petróleo y el gas los dedica a
inestabilizar el Oriente Medio y el suroeste de Asia.
El gran jefe logístico
de esa inestabilidad crónica, que no deja vivir en paz a toda la región de Oriente Medio, fue el general iraní Salami, cazado hace unos día por un dron americano en
territorio iraquí, cuando se reunía con el grupo de radicales que en la
actualidad desestabiliza al gobierno iraquí. Irán respondió a la muerte de su
general (dicen que el número dos del régimen) con un festival de cohetes al
buen tuntún contra dos bases USA en Iraq, con resultado de cero víctimas a
pesar de que uno de ellos cayó muy cerca de una central nuclear.
Pero ahí no
quedó la cosa, porque la misma noche en que los proyectiles iraníes iluminaban
el cielo, camino de Bagdad, a los mendrugos ayatolas no se les ocurrió otra
cosa que autorizar el despegue de un vuelo comercial desde el aeropuerto de
Teherán hacia Ucrania y posteriormente a Canadá. Dicho vuelo recibió el impacto de dos misiles antiaéreos
de la Guardia Republicana, a buen seguro inadvertida del despegue del avión
ucraniano, por lo que no dudó en disparar al confundir el vuelo que se alejaba de Teherán con otro avión americano que les atacaba. Que hay que ser muy mendrugo, o
estar muy pasmado de miedo, para disparar a un vuelo que se aleja del supuesto objetivo. Resultado
de los misiles: 176 pasajeros fallecidos (la mayoría de ellos iraníes con
destino a Canadá), más otras 8 personas de la tripulación. Fallecidos a los que,
dos días más tarde, habría que sumar otros cincuenta y tantos iraníes atrapados
en una estampida durante el sepelio del general Salami.
En resumen,
Podemos se nutre de la misma torpeza y mala uva que los gobernantes iraníes, y
es así, simplemente, porque la ha mamado de su amplia relación con ellos, por ejemplo a través del canal HispanTV. Podemos, asimismo, se ha declarado entusiasta en no pocas veces de los regímenes comunistas bolivarianos, como por ejemplo cada vez que defiende al liberticida Maduro. Podemos es un gran defensor, además, de cuantos asesinos etarras y etarrófilos creen que tienen derecho a ser excarcelados. Lo demuestra así el hecho de que Podemos se uniera el pasado sábado a la manifestación de Bilbao, en apoyo de los terroristas. ¡Dios
nos pille confesados frente a este Podemos tan amigo de los criminales!
También puede leer aquí una serie de artículos sobre el islam, donde
se definen las distintas variantes que se practican y se aclaran un poco más las diferencias entre las diversas facciones musulmanas.
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