Dicen que el
juicio de intenciones sobrepasa la ética, ya que nadie puede conocer con
certeza qué intenciones posee otra persona. Pero no es exactamente así, porque
hay propósitos que son transparentes (para muestra basta un botón) e individuos
que poseen un historial de lo más siniestro y llamativo en el que se les ve el plumero, como ocurre con los podemitas.
Tal sería el caso del comunista
Pablo Iglesias, ya que todo lo que se conoce de él es pura basura ideológica,
sustentada por más de 100 millones de seres humanos asesinados o dejados morir
de hambre, por lo que no hay que ser muy adivino para entrever que su objetivo
es el mal, simplemente el mal, destinado a la agitación social y al beneficio
de su asquerosa tendencia política, lo que a la postre redundará (ya lo hace) en
su enriquecimiento y calidad de vida personal.
Refuerza la idea
anterior, es decir, la transparencia en las intenciones del “Coletas”, el hecho
de analizar los caprichosos nombramientos de altos cargos que surgen de esos
ministerios que Fraudez (dignidad 0,0%) asignó a los comunistas. Nombramientos
a los que habrá que añadir los que disponga a su antojo la vicepresidencia del
radical Iglesias. Se ha escrito ya en este artículo sobre el nombramiento de lesbianas (a pares) para lo que se supone que son
cargos en defensa de la igualdad de la mujer, lo que ocurre es que una cosa es
la igualdad (muy respetable) y otra muy distinta el aborrecimiento del hombre,
idea que trasciende con claridad de las declaraciones de ambas “sujetas”.
Yendo un poco
más allá, esta semana se ha sabido que Iglesias ha nombrado Director General de
Protección Animal (todo en mayúsculas para que se note que es un cargazo) al más
radical de entre los radicales de su cuerda, un tal Sergio García Torres, que
además posee la característica de ser el más tonto del pueblo a gran distancia
del segundo más tonto. Dígase, si no, que otra cosa puede afirmarse del pájaro que asegura lo siguiente: “las personas le robamos la leche a las vacas” (a ver qué dicen en la Unión Europea cuando toque efectuar el reparto de cuotas
lecheras) o “un kilo de carne genera la misma contaminación que un coche que ha
circulado durante 200 kilómetros”. Claro que al declararse vegano, pocas dudas
caben de que al “tonto del pueblo” le importa tres leches la carne que podamos
consumir lo omnívoros, o sea, los que comemos de todo como ha hecho nuestra
especie en los últimos 30 mil años, por ejemplo.
En resumidas
cuentas, tengo claro que las intenciones del “Coletas”, un fulano que lleva la
mata de pelos a la espalda para disimular la chepa mental, están destinadas a implantar
la revolución comunista en la sociedad española, anulando sus principales
valores. Se trata de lograr el poder eterno, que como se sabe es lo que hace
cualquier régimen comunista que se precie: implantar la tiranía hereditaria:
Casos de Cuba, Corea del Norte, etc. Y él no va a ser menos, por supuesto, de
ahí su interés en tener varios hijos (estos sí son suyos), a los que ya ve
algún día ejerciendo el poder absoluto en España. España, o como se llame para
entonces.
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