viernes, 14 de septiembre de 2012

La sabiduría de los taxistas


Historia probablemente cierta (vista en Facebook):

En la calle de Toledo de Madrid, una musulmana le hace señas a un taxi para que pare, una vez dentro del taxi, le pide al taxista que apague la radio porque ella no puede oír música occidental debido a su religión. 
-En la época del Profeta no había música como esa y mucho menos radio -dijo la viajera-. La música occidental es de los infieles y yo no puedo oírla.
El taxista apaga la radio, pero en el siguiente semáforo detiene el coche, sale del mismo y abre la puerta trasera.
La mujer se sorprende y pregunta un tanto enfadada:
-¿Qué pasa? Todavía no hemos llegado a mi destino.
-Mire señora -dice con amabilidad el taxista-, en la época del Profeta no había taxis, así que, por favor, salga del mío y busque un camello que la transporte.

6 comentarios:

  1. Si la anécdota no fuera cierta, merecería serlo, sin duda.

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  2. Ocurrente taxista, a la vez que elegante, pero haciendo valer sus principios occidentales. Olé!

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  3. Lo dijo Gadafi: "Os invadiremos, pacíficamente, mediante los vientres de nuestras mujeres. Cuando os deis cuenta, el Islam se habrá establecido en la totalidad de vuestro territorio que, a la postre, nos corresponde a los creyentes islámicos"

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  4. Merecería serlo... Pero la infiel entonces hubiera empezado a gritar "que me viola, que me viola"... Pobre taxista... ;)

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    1. Quizá no hubiese gritado nada, porque si era una morita bien enseñada sabría que la palabra de un hombre, en este caso el taxista, vale justo el doble que la de una mujer. Je, je.

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  5. Muy buena respuesta a Orwell, sí señor. Lo malo es que no está en su tierra, donde rige ese código, están en la nuestra y el taxista se vería en apuros. El chiste muy bueno.

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Comentarios moderados.