Cataluña: Ni contigo ni sin ti... (2/3)

Igual que en el caso de los jovencitos que se aprecian en la entrega anterior, todo mueve a pensar que estos africanos han acudido presionados por no se sabe qué o quién. 

¿Cómo podría considerarse la cifra de asistentes a la manifestación del 11-S en Barcelona? A mi juicio como un claro fracaso si se tiene en cuenta que no fue un movimiento popular que se generó en los dos o tres meses últimos y en absoluto como consecuencia del maltrato de España a la Comunidad catalana, sino que como ya he dicho antes es el resultado de un larguísimo período de adoctrinamiento, generosamente fomentado desde el poder nacionalista, que de haber logrado penetrar realmente en la sociedad catalana, además de la gente que se congregó en Barcelona se hubiera reunido mucha más en otras manifestaciones paralelas en cada uno de los pueblos o ciudades de Cataluña. Entonces quizá sí se hubiera podido hablar de una cifra representativa. Recuerdo que cuando el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de la banda de criminales etarras, la indignación fue tal que no hubo ciudad o pueblo en toda España donde no se produjera una manifestación muy concurrida. Y aunque el tema no deba compararse con lo que ocurre en Cataluña, sí es posible afirmar que cuando se produce una situación injusta la indignación se generaliza y se sale a la calle en todas partes. 

No sucedió así en toda Cataluña, por lo que cabe considerar que después de la propaganda intensiva a favor de la manifestación, con unos medios controlados por el nacionalismo que no dejaron a todas horas de llamar a participar, hay que considerar un fracaso que apenas se sobrepasara el medio millón de manifestantes, lo que da una cifra del orden del 7% de la población catalana. Y eso que estaban allí todos los que, atendiendo al deseo vehemente de expresar su independentismo (un estado anímico que les obliga a no faltar jamás a cualquier acto reivindicativo), procedían incluso de las comarcas catalanas más apartadas, para lo que se fletaron cientos y cientos de autocares que vete a saber quién los pagó. En pocas palabras: Se pasó lista a los independentistas catalanes y estaban todos, además de unos cuantos filoetarras llegados para hacer bulto y ciertos grupos de africanos que , como se ve en la imagen, le dieron algún colorido adicional a la marcha.

Con todo, soy de los que cree que el problema del nacionalismo en Cataluña no tiene una solución nada fácil. Si se les da lo que piden, el pacto fiscal, además de que sería una verdadera injusticia para la economía del resto de las regiones (1), ello no garantiza en absoluto que se paren ahí en sus exigencias, ya que al cabo de un corto tiempo pedirían que se les permitiera el referéndum de autodeterminación y, en caso de perderlo a la primera, otras nuevas consultas cada equis años hasta ganar, momento en que ya no habría ninguna otra consulta por más hastío que la población demostrara hacia una Cataluña inmersa de lleno en el totalitarismo incontrolado. 

(1) Como tampoco me cansaré de reclamar la desaparición de los conciertos económicos en Navarra y el País Vasco, ya que es igualmente injusto, además de inmoral, que el resto de los españoles estemos subvencionando con varios miles de millones de euros al año a dos de las regiones más ricas de España. O se revisan a fondo esos  conciertos, para que realmente paguen los servicios que reciben, calculados hoy muy a la baja, y además aporten una cantidad razonable al fondo interterritorial, o que los conciertos desaparezcan mediante una reforma de la Constitución. Preferiblemente lo segundo. 

Quizá también le interese:

Cataluña: Ni contigo ni sin ti... (1/3)