Ha
fallecido a los 97 años el ex dirigente del PCE Santiago Carrillo, uno de los
más controvertidos personajes de la historia reciente de España y, con casi
total seguridad, el último de los grandes protagonistas de la Guerra Civil que
seguía con vida.
Afortunadamente,
la ideología patrocinada durante largos años por Carrillo no triunfó en España,
que se vio así libre de la mayor de las tiranías –el comunismo– que ha
sojuzgado al ser humano. Fue Carrillo un estalinista nato y, consecuentemente,
un genocida en potencia que se va a la tumba con las manos ensangrentadas. Y no
sólo con la sangre vertida de sus naturales
enemigos de clase: también, en la tradición de las purgas estalinistas,
ordenó liquidar físicamente a camaradas de partido, aunque esa izquierda que
idolatra a Carrillo pretenda desconocerlo.
Hace
casi dos años escribí dos durísimos artículos cuyo protagonista era Carrillo.
Uno rebatiendo un escrito del propio Carrillo sobre la visita del Papa a
España; otro sobre su nombramiento como hijo predilecto de Gijón. Acababa el
primero de estos dos artículos así: “Por una mera cuestión de edad,
probablemente abandones este mundo antes que yo. Si sucede así, el día que te
vayas ni me alegraré ni brindaré con champán. Ese día, quieras o no,
simplemente rezaré por ti, Santiago: sin duda necesitarás mucha ayuda para que
Dios se apiade de tu alma”.
Lo
escrito obliga; la propia conciencia mucho más: la muerte de Carrillo no me provoca
ningún sentimiento de alegría ni ninguna clase de regocijo. Sólo espero que
descanse en paz, con absoluta independencia de que en vida a tantos él,
Carrillo, les negase precisamente el derecho inherente al ser humano de vivir
en paz. Qué la tierra le sea leve.
De las pocas veces que disiento. Mi alegría sería plena si se hubiera muerto antes de causar todo el mal que hizo. Y, desde luego, que no descanse en paz: espero que haya justicia allá arriba, se pudra en el Infierno y su condena sea un eterno llanto y rechinar de dientes.
ResponderEliminarAquí siempre es bienvenida la disidencia. Y si es de un amigo, todavía más.
EliminarUn saludo.
Pues si, que descanse en paz. En el otro mundo, si existe la justicia divina, que creo en ella, será juzgado, igual que todos los mortales, unos por más otros por menos.
ResponderEliminarAunque te digo, la deshonra no cayó sobre Gijón cuando le nombraron hijo predilecto, cayó sobre el PP que fue quien apoyó ese hecho propuesto por los socialistas y ya sabemos, son de la misma calaña que el finado.
Exactamente: que sea la justicia divina la que dicte su veredicto.
EliminarSaludos.
La dictará queramos o no. De hecho, Carrillo seguramente se ha pasado más de media vida rezando para que no exista la Justicia Divina.
EliminarQuerido Rafa, me gusta mucho que pienses en rezar por el alma de Carrillo, porque las atrocidades que hizo tienen difícil perdón, sobre todo desde la óptica humana. Espero y deseo que la justicia de Dios sea más magnánima que la nuestra, y que si tuvo algún cargo de conciencia por lo hecho, le perdone, aunque si tiene que enmendar sus pecados, tendrá que pasar mucho tiempo en el purgatorio. Lo mejor de esto, y conociendo cuáles son mis preocupaciones vitales, es que si Carrillo es perdonado, quizá yo lo tenga más sencillo ;-). Un beso.
ResponderEliminarDudo que Carrillo hubiese tenido algún cargo de conciencia. Al menos, hasta donde yo sé, nunca mostró arrepentimiento por ninguna de sus acciones y se quedó anclado en una dialéctica revanchista propia de otras épocas.
EliminarPor otra parte, muy atinada tu reflexión: si Carrillo es perdonado todos lo tendremos muy sencillo.
Un beso, Águeda.
Estoy de acuerdo de que este personaje no debería olvidarse, para que las nuevas generaciones no olviden el horror y el sufrimiento que Carrillo y el Partido Comunista de España, han hecho pasar al pueblo español, por que las izquierdas nunca traen nada bueno, solo revanchismo, miseria, sangre y desolación al pueblo.
ResponderEliminarEfectivamente no debería ser olvidado. El problema es el recuerdo falsificado que de él quedará: todo aquello de gran demócrata, amante de la libertad, enemigo de las dictaduras... En fin.
EliminarUn saludo.
No todo fue malo en semejante individuo, el solito se cargo al PCE y tambien ha dejado suficientemente claro que el fumar no mata.
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