Desde la Transición para acá, siempre que los gobiernos de España no han
dispuesto de mayoría absoluta allí estaban los nacionalistas para dar soporte en
el Congreso a cambio de... lo inconfesable, pero ahora vemos que el chantaje de
la independencia puede ser tan válido para los cismáticos como el apoyo a las
mayorías parlamentarias insuficientes. A condición, claro está, de que el
Ejecutivo lo presida un individuo con horchata en las venas y nulo sentido de
Estado, es decir, que se preocupe más de sostenerse en el poder, para lo cual
es conveniente evitar la firmeza ante determinados desafíos nacionalistas
(nunca se sabe si van a ser necesarios más adelante), en lugar de gobernar
pensando igualmente en las generaciones futuras y en consecuencia obrar con
determinación.
Lo que ocurre es que con la independencia de esta o aquella Comunidad autónoma
tampoco acabaría todo. Se sabe que cualquier nacionalismo vive de la
reivindicación permanente o la denuncia del supuesto agravio, lo que quiere
decir que una Cataluña independiente bajo la férula del nacionalismo pasaría casi
de inmediato a reclamar los territorios de "Els Països Catalans", a
cuyo afecto introduciría en las regiones que lo integran a cuantos
propagandistas locales necesitara. Gente bien pagada y con el encargo de crear
movimientos políticos partidarios de la unión con Cataluña, como en realidad ya
existen en Baleares y Comunidad Valenciana, si bien disfrazadas de asociaciones
culturales. Es decir, una buena parte de lo que hubiese quedado de España se
encontraría en poco tiempo mucho más desestabilizada que ahora, social y
políticamente. Otro tanto podría decirse de Navarra, La Rioja, el norte de
Burgos, Cantabria oriental, etc., donde el gobierno de un País Vasco independiente
no dejaría de hacer un trabajo paralelo al de los gobernantes catalanes, en el
supuesto de que los vascos no se independicen incluso antes y antes comenzaran
la labor de zapa expansionista en pro de la "Euskal Herria" soñada.
Y eso en el hipotético caso de que a los nacionalistas catalanes no les
diera por financiar alguna banda terrorista tipo Terra Lliure para actuar en
"Els Països Catalans" o a los nacionalistas vascos reactivar la
actividad de la banda asesina ETA. ¿Suena fuerte, verdad? Pues no lo es tanto,
porque del nacionalismo incontrolado, repito, incontrolado cabe esperarlo todo,
incluido el uso de cualquier medio para satisfacer sus deseos expansionistas,
lo que es un método como otro de seguir contando con el necesario enemigo
exterior como coartada de los iniquidades internas. El ejemplo más claro, pero
no el único, se dio en la Alemania nazi. Y un nacionalismo con Estado propio no
puede estar más incontrolado. Mañana España volvería a ser la enemiga al
negarse a la "reunificación" de unas tierras que el nacionalismo también
considera propias: "Els Països Catalans" y "Euskal Herria".
¿Cómo debería de reaccionar el Gobierno de España ante lo que sucedió el
día 11 en Barcelona? Depende. Si trata de un Gobierno cuyos miembros se visten
por los pies en lugar de vivir en la duda permanente, entonces hay razones más
que sobradas (especialmente si se alega el incumplimiento de las sentencias
judiciales) para suspender la Autonomía catalana mediante el uso del artículo
155 de la Constitución. ¿Haría algo así Rajoy? No lo creo en absoluto, se trata
de un individuo vacilante, sin visión alguna de futuro, que además considera la
mejora de la economía como la única solución a todos los males habidos o por
haber. Y alguien así, torpe para enfrentarse a varios problemas al mismo
tiempo, no es capaz de entrever que la inestabilidad provocada por los
independentistas acabará con el poco prestigio que le queda a España y
concluiremos todos (separatistas o no) en una espiral de miseria y decadencia,
cuando no de agitación callejera y violencia. Desde luego, a juzgar por lo
envalentonados que se muestran los separatistas, la solución de no hacer nada
es la peor de todas, y a esa parece haberse apuntado Rajoy.
Asimismo creo que debería de reaccionar con energía el principal partido de
la oposición, el PSOE, en lugar de jugar a verlas venir para que el PP se
desgaste con el tema catalán y el vasco. Estoy convencido de que ante lo que
sucedió en Barcelona, que no fue más que un punto intermedio de la deriva
separatista, la gente de Rubalcaba debería llegar a la conclusión de que
perdería 25 o más diputados en el caso de que Cataluña se separara. Y algo así
prácticamente impediría que el socialismo volviese alguna vez al poder en
España o en lo que quedase de ella. Claro que al mando de los socialistas
españoles se encuentra uno de los políticos más nefastos de las últimas
generaciones, luego tampoco cabe esperar nada de él. De tal manera que, entre
unos y otros, nos encontramos en un verdadero callejón sin salida.
Lo conveniente sería un acuerdo de Estado entre el PP y el PSOE, siempre
que Rajoy y Rubalcaba no fuesen dos perfectos inútiles, para reunir el Senado y
suspender la Autonomía catalana (y la vasca en cuento fuese preciso). Acto
seguido, se toma el control de la Policía autonómica y se mandan unas cuantas
compañías antidisturbios de la Policía Nacional y la Guardia Civil a Cataluña.
Y todo ello, claro está, mientras se reforma la Constitución para que el
Gobierno de España reasuma la mayor parte de las competencias de las
Comunidades, o incluso se eliminen todas después de elaborar una nueva
Constitución y una Ley Electoral que considere a España como circunscripción
única. No se volvería a saber nada más de los nacionalistas durante mucho, pero
que mucho tiempo. Y de paso no haría falta derrochar casi 200 mil millones de
euros anuales en mantener a tanto parásito autonómico. Amén.
PD: Espero que haya quedado claro el porqué no soy partidario de que
ciertas Comunidades se separen de España. Simplemente, sería volver a lo mismo de
siempre o peor. Y además sin capacidad alguna para controlar las fechorías de los
gobiernos de esos nuevos Estados. El nacionalismo no tiene solución por las buenas, lo mejor es que un poder superior termine con él, en este caso el poder del Estado español mediante el uso firme de la Ley.
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Me parecen acertadas las fotos de "Cataluña, ni contigo ni sin tí". Excepto la valoración de Ciutadans, PP y PSOE están haciendo un flaco favor a España. Me he permitido copiarlas junto a los pies de fotos y el enlace Batiburrillo en mi blog. Muchas gracias.
ResponderEliminarEs que los separatistas lo último que pretenden es favorecer a España. Todo lo contrario, solamente saber mirarse su ombligo.
EliminarDejo aquí dos extractos sacados de 2 artículos de la conocida periodista catalana Pilar Rahola que definen bien cuál es el sentir de muchos catalanes respecto a este tema:
ResponderEliminarhttp://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=&ID=2015 ("Orgullo"):
"La idea de que hemos doblado la espalda durante demasiado tiempo recorre el pensamiento transversal de una nación que ha decidido ponerse en pie. Y como si se hubiera liberado de un peso ancestral, ha descubierto que su futuro no puede decidirse en las entrañas de España. Esa es, quizás la idea más fuerte de cuántas se han cocido en esta Diada histórica: que no tiene ningún sentido perder fuerzas, energías y tiempo en intentar negociar con un Estado que sólo nos usa como vaca de leche, pero que ni nos da oxígeno, ni nos tiene respeto. Esa vía es ya, para una gran masa social catalana, una vía muerta. Y la manifestación ha sido el grito masivo que ha recogido ese sentimiento".
http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=&ID=2016 ("El fin de la inocencia"):
"fuimos los grandes artífices de la lucha autonómica y nos premiaron con el café para todos; éramos el motor económico, y lejos de primarlo, se dedicaron a expoliarlo; descubrimos que existía la alta velocidad y se fue a Sevilla; aportamos una lengua milenaria, y se dedicaron a agredirla, con la vana esperanza de castellanizarnos; había que apretar las tuercas tributarias, y ahí estaba la vaca catalana; y cuando quisimos un Estatut renovado, aprobado y recortado en todas las cámaras parlamentarias, se sacaron de la manga a los del puro y el Constitucional para dejarnos en los huesos. Incluso osaron decir que no éramos una nación. Y parecía que no pasaba nada".
Respecto a que se esté o no de de acuerdo con lo que se dice en ellos se estará a favor o en contra de las reivindicaciones catalanas.
Saludos.
Rahola escribe muy bien, que para eso es filóloga. Otra cosa muy distinta es que alguna vez logre dejar sus recalcitrantes favoritismos a un lado, tanto si escribe desde su posición antiislámica como cuando de la Cataluña utópica se trata.
EliminarAparte de los sentimientos que expresa, y cada cual tiene los suyos, en ninguno de los dos extractos observo algo más que medias verdades o falsedades rotundas, como por ejemplo esta:
"descubrimos que existía la alta velocidad y se fue a Sevilla". ¿Quién descubrió qué? ¿Solamente Cataluña debió tener la preferencia en el AVE?, ¿no lo merecía Sevilla con motivo de la Expo Universal? ¿Qué hay de esas otras regiones, como Murcia, donde llegará dentro de 20 años y dando un gran rodeo por Alicante? Si es que llega convertido en algo más que un AVE de 3ª incapaz de alcanzar los 300 Km/h. La respuesta a lo que expresa Rahola puede definirse en apenas dos palabras: Envidia, soberbia. Y añado: Esta señora no tiene ni idea de lo que son regiones maltratadas durante siglos por los distintos gobiernos de España.
O esta otra: "aportamos una lengua milenaria, y se dedicaron a agredirla, con la vana esperanza de castellanizarnos". Quizá ocurrió algo parecido durante la dictadura, lo que ocurre es que los separatistas catalanes siguen diciendo exactamente lo mismo en la actualidad, cuando son ellos los que imponen su lengua desde hace varias décadas, y ahora en contra de toda ley o sentencia.
Saludos.
En este caso estoy plenamente de acuerdo con Pedro, en especial en lo referente a lo del AVE. He puesto los dos artículos sólo para señalar en qué situación está la cuestión y qué argumentos se emplean.
EliminarSaludos.