¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Qué significa? ¿Cuáles son sus
principios básicos? He aquí algunos razonamientos explicados en forma de
sencilla analogía para comprenderlo mejor.
Lo que sigue es una argumentación sucinta, casi escolar, en la
cual no se revisan las complicadas raíces del socialismo. No se cita a Carlos
Marx ni a Lenin y el propósito no es investigar las intrincadas doctrinas
emanadas en su día del Kremlin. Nada de eso. Aquí solamente nos situaremos en
una universidad imaginaria y narraremos lo que sucedió en el interior de una de sus aulas. De modo que imagina que eres un alumno más y
toma asiento en uno de los pupitres.
La discusión sobre el socialismo se suscitó entre un profesor de
economía y sus alumnos. Éstos insistían en que el socialismo es bueno, funciona
bien y es la mejor ideología para gobernar, pues no existen las clases
sociales, ni pobres ni ricos, y todos son iguales. “La producción y la riqueza,
argüían los alumnos, se reparten equitativamente entre todos para el beneficio
común”.
El profesor, que escuchaba con atención, propuso hacer un
experimento con todos sus alumnos y dijo:
-Muy bien, de aquí en adelante las calificaciones que obtenga cada
uno en sus exámenes serán promediadas entre todos los alumnos. Así se repartirá
el beneficio del estudio y el esfuerzo pasará a ser común.
Aunque no todos los estudiantes entendieron muy
bien el nuevo plan, aquellos que iban más atrasados en sus estudios, que eran
los más numerosos, aceptaron de inmediato y se logró fácilmente la mayoría de
los votos.
Al llevarse a cabo el siguiente examen, se vio que
las calificaciones promediaban un 7,8 para todos. Como es natural, los
estudiantes que se habían preparado bien se mostraron disconformes, mientras
que los que habían estudiado poco se sentían satisfechos. ¿Obtener más sin
mayor esfuerzo? ¡Excelente idea!
Al perderse el entusiasmo y el afán de superación
el ánimo decayó. Nadie quiso estudiar a fondo, hacer nuevas tareas ni dedicarle
más tiempo a la materia. La motivación se desplomó. Los alumnos que solían
estudiar poco estudiaron menos aún. Y los que estudiaban mucho decidieron no
empeñarse tanto, ya que de todos modos no iban a obtener un diez… y por lo
tanto también estudiaron menos. ¿Por qué iban a desvelarse estudiando si de
todos modos no les valdría el esfuerzo? ¡El promedio del segundo examen fue de
6,5!
Del resultado del segundo examen solamente
estuvieron conformes los malos estudiantes, y argumentaron que la mayoría había
decidido que “las calificaciones tenían que repartirse equitativamente entre
todos”. Sin darse cuenta estaban estableciendo los principios básicos del
comunismo, que como se sabe es el sedicente socialismo avanzado.
Pero cuando se llevó a cabo el tercer examen fue
el acabóse, el promedio bajó a 4,0 (Cuatro). Empezaron una pequeña revolución.
Los estudiantes se pelearon entre sí, culpándose unos a otros por los fracasos
obtenidos, hasta llegar a los resentimientos y los insultos, e inclusive a los
golpes, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiaran los
que no lo hacían. Obviamente, para asombro general, todos perdieron el año
escolar en la clase de Economía. Ya para entonces el experimento permanecía
bajo la lupa de toda la Universidad, en la que estaban pendientes del
resultado.
El profesor preguntó entonces si comprendían el
significado del socialismo, en el cual todo es de todos y a la vez de nadie en
particular. De modo que las calificaciones que habían obtenido pertenecían a
toda la clase y no a cada alumno.
La explicación de lo que sucedió es sencilla: El
ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando muy duro cuando la
recompensa es adecuada y justifica el esfuerzo propio, pero cuando el gobierno
suprime ese incentivo y le quita al productivo
para darle al pasivo, nadie va a
realizar el sacrificio necesario para lograr la excelencia. ¿Para qué? Si una
nación cae en manos del socialismo será muy difícil que escape de él, puesto
que tiende a controlarlo todo, y al
final el fracaso será general.
La lección en el aula ha terminado. Ahora
corresponde a los lectores de esta página meditar sobre el hecho. Si aún tiene
alguna duda, tal vez deba evaluar también los resultados que se han logrado
—mejor dicho, que no se han lograron— en Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia,
Nicaragua, Corea del Norte y la antigua Unión Soviética, entre otros países
sometidos a regímenes social-comunistas.
Leamos ahora los conceptos que al respecto expresó
Abraham Lincoln:
1.- No se puede crear prosperidad desalentando la
iniciativa privada.
2.- No se puede fortalecer al débil debilitando al
fuerte.
3.- No se puede ayudar a los pequeños aplastando a
los grandes.
4.- No se puede mejorar al pobre destruyendo al
rico.
5.- No se puede elevar al asalariado oprimiendo a
quien paga los salarios.
6.- No se pueden resolver los problemas mientras
se gaste más de lo que se gana.
7.- No se puede promover la fraternidad y el
progreso de la humanidad incitando el odio de clases.
8.- No se puede garantizar una adecuada seguridad
con dinero prestado.
9.- No se puede formar el carácter y el valor del
hombre quitándole su independencia, su libertad y su iniciativa.
10.- No se puede ayudar a los hombres realizando
por ellos, permanentemente, lo que ellos pueden y deben hacer por sí
mismos.
Conclusión
Como toda teoría filosófica, el socialismo tiene
sus aspectos buenos. Lo malo es que muchas veces las teorías se refieren a
casos extremos. Los pensamientos expresados en este artículo deberían hacernos
meditar e invitarnos a sacar conclusiones, que si bien no van a estar de
acuerdo con la opinión de ciertas mayorías, no por ello dejan de mantenerse apegadas
a la razón.
Texto obtenido en Internet (Difúndelo si te es posible)
Aquí tenemos dos tipos de personas: los listos y los tontos.
ResponderEliminarEl gran jefe coleta morada es de los listos. Su filosofía es muy simple: todos trabajarán para que yo viva bien. Y como soy el jefe, nunca faltará pan en mi mesa. (Y entiéndase por pan, caviar y demás alimentos frugales y de pobres)
Los tontos, incapaces de medio ganarse el pan, aspiran con su voto a que otros se lo den, por eso hay tantos que le votan.
Nadie tiene derecho a conseguir una cierta cantidad de energía (pan) sin consumir una cantidad equivalente de trabajo. (Primer Principio de la Termodinámica al revés) (No se puede obtener una cantidad de trabajo, son consumir una cantidad equivalente de energía, que es la forma en que está definido, pero se entiende.)
O dicho en otras palabras: Hay mucho listo suelto.
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