Lo
ha dicho el comunista Cayo Lara, y lo ha dicho sin despeinarse y sin
reparar en que, si fuese cierto (que no lo es), sería el primer caso conocido
de una ideología, la comunista, que desde su aparición viene atacando sin
tregua alguna a los seguidores de ese ‘Comunista significado’ que ahora
interesadamente reivindica. Los asesinatos masivos de clérigos, monjas y
seglares cristianos, así como los asaltos a iglesias y quemas de conventos no son,
precisamente, la mejor muestra del respeto comunista a Jesús de Nazaret. Claro
que los cristianos poseemos un historial de casi dos mil años, no siempre
fáciles, y un futuro tan ilimitado como la especie humana. Mientras que el
comunismo, nacido como aquel que dice ayer por la tarde, se bate en retirada
allá donde la libertad posee alguna opción entre los ciudadanos. Sólo cuando el
socialismo muestra su incapacidad total para conservar el bienestar de un país,
como sucede actualmente en España (año 2010), se dan las condiciones para que el comunismo
(socialismo real) se desperece tímidamente entre los votantes más radicalizados
de la izquierda.
No soy capaz de
concebir un caso de apropiación indebida más flagrante que el de Cayo Lara,
expuesto con oportunismo por un individuo manifiestamente indocto (por no
adjudicarle a las claras la ignorancia o la mala fe), y destinado a esa parte
del pueblo llano (muy llano) que conoce la bondad encerrada en el cristianismo,
sin que acabe de encajarla o hacerla compatible con una corriente política
destina a la opresión más atroz, al liberticidio y a la marginación de los
discrepantes. Propaganda al margen, faceta donde la izquierda fue siempre una
gran maestra y el comunismo su discípulo más aventajado a la hora de mostrarnos
lo contrario de la realidad, la doctrina de Jesús es tan compatible con el
comunismo (sobre todo si atendemos al historial que éste posee) como pueda
serlo otra de las corrientes ideológicas hoy en día tan en boga y tan amiga de
la izquierda: El islam, una seudo religión donde más de 1.200 millones de seres
humanos se sienten incapaces de sacar el pie del lodo al estar sometidos a todo
tipo de despotismos.
En su condición de coordinador
de Izquierda Unida, es evidente que el comunista Cayo Lara trata de arrimarse a
un buen árbol para cobijarse a su sombra, que algún fruto maduro le caerá de
añadidura en forma de votos más bien irreflexivos. Los marxistas lo han
intentado varias veces y le han dado diversos nombres a ese tipo de iniciativas
usurpadoras. De una de ellas, la Teología de la Liberación, hace años que se
conoce su alto grado de impregnación marxista y por ende su incompatibilidad
con el libre albedrío que acompaña al cristianismo. Ahora el bueno de Cayo, de
un modo bastante rústico (todo sea dicho) trata de crear un sincretismo risible
entre el comunismo de garrafa que él practica y la única religión que ha creado
la cultura de Occidente, un área geográfica donde priva el bienestar entre sus
habitantes y se muestra esencialmente antagónica a cualquier totalitarismo.
Así, pues, la frase proferida
por Cayo Lara, personaje que ha tenido una magnífica ocasión para callarse y no
hacer el ridículo, no difiere gran cosa de esta otra ocurrencia surrealista que
leí hace poco y que me pareció tan ingeniosa como vacía: ‘El tiempo es oro, y
la hora exacta es su profeta’. ¿Será Cayo Lara el profeta de la hora exacta?
Artículo revisado, insertado el 13 de enero de 2010 en
Batiburrillo de Red Liberal
ResponderEliminarComo siempre de lo que se trata es de arañár votos. Si al decir eso alguno pica, pues bueno.
Por otra parte al mostrarse admirador de Cristo parece imposible que cometieran los actos de los que les acusa la derechona fascista. Porque aquellos asesinatos fue demasiado y no quieren que se recuerden, pero por otra parte, se les ve capaces de repetir.
Pacococo
Yo también creo que el comunista Lara es capaz usar a Jesús de Nazaret para arañar votos. Eso... y lo que se tercie.
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