La nueva Ley de Educación de Cataluña, injusta y
liberticida como todo lo que se viene aprobando en esa región, avanza un paso
más hacia la desvertebración de España, que es exactamente lo que se habían
propuesto las formaciones separatistas CiU y ERC (junto al acomplejado PSC del
traidor Montilla) al aprobar una norma que perjudica a todo el mundo y que si
se cumple convertirá en paletos a las dos o tres próximas generaciones de
catalanes, al menos hasta que recobren la cordura y echen a estos políticos tan
fanatizados de ahora o sean capaces de desenvolverse por el mundo en inglés o
francés.
Entre otras cuestiones, en la crónica del diario ABC se destaca: "ICV, que
ha quedado al margen del acuerdo de la ley, fraguado entre PSC, CiU y ERC,
arremetió contra sus socios de tripartito y les acusó de haber pactado con CiU
una ley «de alta carga ideológica» alejada del debate social". De
otra parte, Rafael López, diputado del PPC, afirmó que el texto se ha pactado
en la Consejería de Educación y no en el Parlament y se ha cerrado con prisas
porque «necesitaban instrumentos para construir nacionalmente Cataluña desde la
escuela». O sea, ¡puro y duro adoctrinamiento! "C's, por su parte,
denunció que la LEC «es una ley infectada de racismo cultural»
que nace para blindar la inmersión lingüística".
Es innegable que a la clase política catalana no
le importa en absoluto pagar el peaje de ser rechazados en el resto de España.
Todo lo contrario, incluso están dispuestos a vivir aislados idiomáticamente
durante varias décadas con tal de eliminar el español de un territorio donde
más del 50 % de la población aún tiene esa lengua como materna. Es más, bajar
ese porcentaje de castellanohablantes puede llevarles varias décadas. Naturalmente,
cuando el español haya disminuido lo suficiente, el siguiente paso será la
separación política, porque si lo intentan antes de tiempo se estrellarán. Sea
como sea, la separación es un tema nada preocupante si se tiene en cuenta que
hoy en día Cataluña ya está unida a España igual que una garrapata.
De todo esto, en el año 2009, solamente hay un
culpable: Zapatero, que con su desidia y deslealtad hacia la Nación española ha
propiciado lo que está sucediendo, primero dando vía libre al nuevo estatuto y
ahora mirando para otro lado. Ahora bien, que sepan los nacionalistas catalanes
que Zapatero no será eterno. Y que tarde o temprano las aguas de la libertad
deberán volver a su cauce en Cataluña. Si acaso, que se vayan pensando cuál es
el precio que quieren pagar (toda injusticia conlleva una pena), dentro de los
cuales podría figurar que algún día, con una Constitución reformada y un
Gobierno decente, en Cataluña haya libertad absoluta para elegir el idioma de
la enseñanza, en cuyo caso ese idioma catalán que ahora se impone, con
frecuencia en contra de la ley, podría llegar a verse muy arrinconado por la
fuerza de un idioma español escogido libremente.
En cualquier caso, que los votantes socialistas de
Montilla vayan tomando nota de lo que ese fulano hace con sus votos. Lo mismo
que los votantes de Zapatero, al que ahora se le ha comprobado una nueva razón
para no volver a votarle: la deslealtad a España. ¡Ah!, y que conste que para
arreglar esta nueva imposición en Cataluña no confío nada en el Tribunal
Constitucional, un organismo politizado hasta la saciedad. De donde se deduce
que en su momento deberá ser otra institución la que restablezca el orden
constitucional en la región catalana. Ya veremos cual.
Artículo revisado, insertado el 8 de mayo de 2009
en Batiburrillo de Red Liberal
PD (2-12-2015): Seis años y medio después de
aprobada la nefasta ley, con docenas de arbitrariedades y abusos que han sobrepasando
a la propia norma, y unas cuantas sentencias en contra de varios tribunales superiores, perfectamente incumplidas por el
gobierno de Cataluña, han motivado que todo derivase hacia el golpe de Estado separatista
que actualmente mantienen en curso y sobre el que se dice que esta misma semana
debe pronunciarse el Tribunal Constitucional, porque esa es la cuestión clave
por lo que respecta al Ejecutivo de la Nación: ZP no quiso hacer nada en su día
y Rajoy, tan dejado como el anterior pero por distinta causa, se ha limitado a pasar
del tema durante cuatro años y a intervenir a última hora aunque vergonzosamente a través del TC.
¡Penoso lo de ZP, penoso lo de Rajoy! ¡Horrorosamente penoso lo de los nacional-separatistas
catalanes! La Historia los pondrá a todos donde se merecen.
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