Estos días en sus mítines el socialista Pedro Sánchez
no ha parado de enumerar a grito pelado unas cuantas leyes aprobadas en la
era ZP, e incluso alguna de cuando gobernaba Felipe González. Al final,
desgañitándose, el ahora candidato ha venido afirmando que los socialistas no aceptan
ninguna lección de nadie. ¡Ninguna!, ha gritado Perico. Bien, pues yo diría que de
esa relación de leyes socialistas no vale la pena conservar nada o casi nada,
porque todas o casi todas son espantosas y en su momento se aprobaron para que
la izquierda sacara provecho de ellas. Provecho no para los españoles en su conjunto, sino
solamente para una izquierda que, sobre todo ZP, quería mantener contenta y
asilvestrada. En el siguiente artículo podemos ver una de esa leyes
maravillosas y solidarias que el socialismo aprobó.
Por qué razón debe un ayuntamiento empadronar a un
‘sinpapeles’ si al hacerlo se inicia un sinfín de gastos (y de riesgos a cual
más grave) que debemos pagar (o asumir) entre todos los españoles: Sanidad,
educación, transportes, servicios sociales, alojamiento, manutención, incremento
de la delincuencia, etc., etc. ¿Por solidaridad? ¡Falso! ¿Por necesidad de una
mano de obra que acabará regularizada? ¡Más falso todavía!
Debe hacerse, y así lo explica este gobierno de
socialistas y menesterosos intelectuales (valga la redundancia), simplemente
porque la ley lo exige. Una ley pensada con el dedo gordo del pie izquierdo,
que es la parte instruida de todo marxista, y destinada a crear
artificialmente, a medio plazo, tres o cuatro millones de votantes del PSOE,
partido político que ha venido experimentando, desde el año uno de su
fundación, la angustiosa necesidad de asaltar el poder o mantenerse en él, no importa
qué método se utilice para ello. Eso sí, a condición de que sean otros los que
paguen las consecuencias. ¡Porca miseria!
Que quede claro: Si realmente se quiere actuar con
solidaridad hacia esos cientos de miles de ‘sinpapeles’ (por no hablar de
millones), muchos de ellos destinados a pasar media vida en la marginación más
absoluta o a practicar la delincuencia como único recurso de supervivencia, lo
mejor sería no ya negarles el empadronamiento, sino directamente impedirles la
entrada en España e iniciar al mismo tiempo una política realmente seria de
mano de obra regularizada, puesto que no siempre tendremos a Zapatero ejerciendo
de Atila social y por lo tanto es de esperar que el empleo se incremente alguna
vez.
La política que debe seguirse es aquella según la
cual el emigrante disponga de un permiso de trabajo antes de que salga de su
país de origen y de ese modo sepa que al llegar aquí será un trabajador más, no
carne de socialismo como es ahora. En resumidas cuentas, que quede claro
igualmente que la ley zapaterina que obliga al empadronamiento es la típica ley
inmoral, como tantas otras, envuelta en falsedad propagandística de justo lo
contrario a lo que argumenta: Solidaridad.
Artículo revisado, insertado el 21 de enero de 2010 en Batiburrillo de Red
Liberal
Es muy curioso, ellos dan nacionalidades a los inmigrantes pensando en los votos y luego resulta que una parte importante de los inmigrantes vienen de sitios castigados por el marxismo y votan a la derecha.
ResponderEliminarPero al fin y al cabo son el ppsoe, la vieja casta y por tanto todo que en familia. Y ahora viene la nueva casta, también de la familia.
No es solo el empadronamiento, también son las subvenciones, la ley educativa, la Educación para la Ciudadanía, etc, etc. Todo eso a los emigrantes los convierte en gente deseosa de que gane el PSOE, es decir, a los emigrantes los convierte en "cautivos".
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