De entrada hay
que señalar que Sánchez no tiene ninguna opción de gobernar en solitario con
120 diputados. El tipo insiste una y otra vez, sobre todo a través de un tipo cabreado
y rústico, Ábalos, al que en estos días el cuerpo le pide plantar cara a la
prensa. Aún así, todos los sociatas apelan a dar al traste con el bloqueo mediante la abstención, pero lo
hacen sin darse cuenta de que es el propio Sánchez quien representa de lleno el
bloqueo, ya que nadie, vistos sus calamitosos antecedentes, se fía de él ni quiere
un gobierno encabezado por Sánchez. Y sobre todo nadie quiere secundarle de
balde.
Bien, pues una
vez aclarado que el bloqueador es Sánchez, paso a comentar las dos opciones que
a mi juicio tiene este monclovita en funciones que nunca ha funcionado como debiera y
que, en mi opinión, es el peor político que se ha conocido desde la Transición hasta hoy. Claro que el peor político, bien secundado y aconsejado, siempre puede mejorar y dar la talla mínima:
Opción A) - Citar
a Pablo Iglesias y decirle: “te daré lo que me pidas”, a sabiendas de que el
Coletas posee una libreta morada donde lleva anotados los ministerios que
apetece. Lo que pasa es que como el PSOE y Podemos no suman, ese “te daré”
deberá decírselo a otro buen puñao de partidos, casi todos ellos integrados por
separatistas y delincuentes. Y algo así, no se va a digerir a gusto por la
Unión Europea porque saben de sobras que, en pocos meses, España se encaminaría al
ámbito venezolano de la miseria generalizada o la fragmentación territorial, lo que acabaría por afectar a toda Europa.
Opción B) – Que
Sánchez le haga el mismo ofrecimiento a Pablo Casado, ofreciéndole la
Vicepresidencia única, para que el PP indique cuáles son las condiciones de un
gobierno de coalición, en el bien entendido de que habría un reparto de
ministerios y que, en el posible acuerdo, deberían repartírselos escogiéndolos
de uno en uno. Por ejemplo, los socialistas se piden Fomento, en tal caso los
del PP exigen Interior, los socialistas se quedan con Sanidad, los peperos con
Hacienda, los socialistas con Defensa por aquello del CNI, los peperos con Justicia…
Y así, todos los ministerios repartidos en la proporción al número de
diputados.
En el bien
entendido de que ambos líderes, Sánchez y Casado, deberán reunirse largo y
tendido con Abascal para que éste dé el visto bueno a la coalición y se ofrezca
a mantener la calma en el Congreso y las calles, siempre y cuando los coaligados
se ocupen ya de la rebelión en Cataluña y encaucen esa media docena de problemas
que tanto afectan al conjunto de los españoles. ¿Aceptará Sánchez algo así?, no me
extrañaría nada vista su ambición por mantenerse en la Presidencia, y además
por toda una legislatura. ¿Ofrecería Casado algo así? ¡Debería hacerlo, mejor
hoy que mañana! ¿Aceptaría Abascal algo así? Veamos si es cierto lo de su sentido patriótico o prefiere el "cuanto peor mejor".
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