Las palabras del Rey

Cuando el Rey ha dicho “lo mejor es encontrar una solución antes de ir a elecciones”, yo hubiera preferido este otro comentario de añadidura: Pero si en mis siguientes reuniones, que serán a no tardar, con los portavoces de los grupos políticos no hay ninguno de ellos que me asegure que cuenta con los votos necesarios, entonces me temo que tendré que disolver las Cámaras. Y digo yo que no pasa nada si se disuelven, Majestad, porque las elecciones tras tantos meses de comedia de la peor especie, la política, ni hacen daño a la salud democrática ni producen efectos secundarios. Todo lo contrario, muchos reflexionarán acerca de la inutilidad de su anterior voto.

Por otra parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Montesinos, ha comentado que la frase del Rey a los partidos políticos, para que busquen una solución y eviten nuevas elecciones, es compatible con la posición de los populares, que como se sabe es la de no abstenerse para que Sánchez logre formar un gobierno a su medida, es decir, tipo Frankenstein y, en consecuencia, sometido a los dictados de sus socios y de lo más perjudicial para los intereses de los españoles. Con la moderación que le caracteriza, Montesinos lo deja bastante claro.

Al respecto de nuestros intereses como ciudadanos, conviene destacar que hace meses que nos encontramos inmersos en una auténtica parálisis administrativa, no se olvide que aún “funcionamos” con los últimos presupuestos generales de Rajoy, donde, por citar solo un ejemplo, a primeros de año corresponderá una subida de las pensiones limitada al 0,25% y además se paraliza la subida destinada a los funcionarios. ¿Razón? Un Ejecutivo en funciones no puede decidir algo distinto. Y así, en parálisis, no pocas cuestiones que afectan a la totalidad de los ciudadanos, como podría ser la actualización del importe de unas transferencias que no pocas regiones, pongamos Valencia y Murcia, tienen que afrontar para atender a cientos de miles de nuevos habitantes sobre los que no reciben nada del Estado.

Por tales cuestiones, Señor, debería usted tomarse más en serio lo de aligerar su decisión de encontrar un posible candidato o bien disolver las Cortes. No olvide que entre la convocatoria de elecciones (que requiere su tiempo) y hallar un candidato con posibilidades (que aún requiere mayor plazo), podemos situarnos ante otro año en blanco. Con el máximo respeto: ¡Espabile, Majestad!