Cualquiera que
se haya molestado en conocer la historia del socialismo en España (que no
español) habrá podido comprobar que se trata de una ideología plagada siempre de
delincuentes y aprovechados, e incluso de criminales en ciertos períodos del
siglo XX, como cuando practicaron el crimen de Estado en el caso GAL. Y no quiero
aludir al socialismo de la II República, integrado en el Frente Popular, porque
entonces debería referirme directamente a un partido de asesinos guerracivilistas.
Felipe González,
Zapatero y Sánchez, durante la friolera de 24 años, no fueron capaces de aportar
nada útil para el conjunto de la sociedad española, salvo minucias que
cualquier otro partido también hubiera implementado a menor coste. Lo más
llamativo de González y ZP, aparte de una corrupción galopante en la etapa del primero de ellos,
fue haber incrementado el paro en varios millones de personas, supongo que como
consecuencia de ese progresismo que decían practicar y que, a la postre, supuso
cualquier resultado distinto al de progreso.
Ahora tenemos al
socialista Sánchez, quien asimismo habla a todas horas del progresismo guay que
representa el PSOE y del atraso para la sociedad que supondría un gobierno del
PP, por ejemplo. Tengo la impresión de que Sánchez es aún peor que González o
Zapatero, ya que Sánchez, además de ser muy mentiroso, carece del moderado sentimiento patriótico que poseía
Felipe y, por el momento, el presidente en funciones se muestra aún más radical
que ZP, como lo acreditan sus numerosos pactos con toda clase de nacional-separatistas
y comunistas, como por ejemplo en Navarra, Valencia y Baleares, así como en unos
cuantos cientos de ayuntamientos y diputaciones.
En resumidas
cuentas: Como avance ante las próximas elecciones generales, vaya mi más rotundo No al
socialismo de Pedro Sánchez, además de al comunismo o a cualquier otra ideología totalitaria como el nacionalismo.
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