miércoles, 16 de octubre de 2019

Pedro Sánchez, máximo culpable de la violencia en Cataluña


Llevo tres días entre cabreado y entristecido por lo que está sucediendo en Cataluña, una tierra que juraría conozco bien por haber vivido allí a lo largo de 40 años y recorrido la mayor parte de sus poblaciones. No obstante, prevalece en mí el sentimiento de tristeza a causa de la angustia que muchos de mis amigos sé que están soportando en esa tierra.


Y es que, emulando al clásico, no hay nada más triste que el hecho de conocer la adversidad de unos seres tan cercanos, algunos de ellos familiares, sin poder hacer nada para remediarlo. Y lo más triste de todo es que a Einstein no le faltaba razón cuando llegó a afirmar que “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Cámbiese prejuicio por fanatismo y se advertirá mejor la imposibilidad de arreglar el problema de la tremenda opresión (ahora violenta) que se sufre en Cataluña.

Sin embargo, para justificar el título este artículo, debo aclarar que en mi opinión hay un claro responsable de la violencia en las calles catalanas: Pedro Sánchez, cruzado de brazos por intereses electorales y para no enemistarse con sus futuros socios de Esquerra. Sí, culpable Pedro Sánchez puesto que desde la Moncloa no es capaz de aplicar la Ley y, ante todo, hacérsela cumplir a esos perversos que en Cataluña llaman a subvertir el orden público a cualquier precio. No son gente de paz (gent de pau), no practican la “revolución de las sonrisas”, ya que en todo caso esas sonrisa se tornan incendiarias y alumbran la noche de Barcelona y otras ciudades. Lo que me lleva a pensar que tanto desalmado “quema Zaras” no merece el cuartelillo dado por Sánchez, un presidente que no nos vale a los españoles incluso para ejercer en funciones.

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