Según puede
leerse en El Mundo, cuando a Cayetana le gritaron “fascista, argentina, perra..., muerta tenías que
estar”, nuestra admirada compatriota (nacida en Madrid) contestó a los
golpistas con la siguiente frase: «Ciudadanos
de Cataluña, seguimos aquí,
firmes, en pie. La democracia no claudica». Fue una respuesta excelente,
cara a cara, ante los hipócritas estibadores portuarios de Barcelona, cuya
actitud levantisca en la huelga política (ilegal) no era ni en defensa de los
trabajadores ni de la igualdad de sexos, puesto que tienen discriminadas a las
mujeres, a las que les impiden acceder a unos puestos de trabajo que consideran
vitalicios para si o sus familiares y en los que hoy, gracias a la maquinaria
auxiliar, no es preciso el uso de la fuerza bruta.
Otras frases de Cayetana en Barcelona
poseen el mismo mérito y valor: «Nos acosan, nos insultan y nos escupen,
pero no daremos ni un paso atrás. Lo único que necesita Cataluña es coraje
constitucional, y lo tenemos». O bien, «Plantemos cara y digamos
que las calles no son suyas, que son tan suyas como nuestras. A los golpistas:
pierdan toda esperanza. A los demócratas: ganen toda esperanza».
De tales frases se deduce que la
diputada del PP, precisamente por Barcelona, ha demostrado una entereza (por
enfrentarse a semejantes acémilas), unas cualidades democráticas y un deseo de interesarse en su distrito
electoral (Barcelona) muy distante a esos politicastros socialistas, comenzando
por Marlaska, el ministro de Interior que debía llevar al menos una semana en
Cataluña, observando a pie de calle los estragos golpistas, incendiarios, revolucionarios
y pedófilos, condición que se da cuando se abusa de los menores para
instalarlos de parapeto en las barricadas.
No lo dice Cayetana Álvarez de Toledo,
pero a mí no me importa apuntarlo con toda claridad: Cataluña no tiene solución
si no se aplica la ley con la dureza necesaria y durante cuanto tiempo sea
preciso (pongamos 30 años). Mientras, debería comenzarse por ilegalizar a
cualquier partido que se haya sumado al golpismo o no cumpla las leyes, además de que el Estado asuma las
competencias fundamentales: Educación, Sanidad, Orden Público, etc. Y que a
nadie se le olvide que TV3 y Catalunya Radio deben ser cerradas a perpetuidad.
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