El socialismo no
tiene arreglo salvo que uno sea militante socialista, o allegado, busque un
arreglillo personal y aspire a que el partido lo coloque. En la antigua PSOE
andaluza, en tiempos de Felipe González, ese hombre que con los años se ha
cargado de sabiduría (o de hipocresía) y manda a los políticos actuales al “rincón
de pensar”, ya se lo pedían a gritos los componentes socialistas: "¡Felipe,
colócanos a ‘tos’!".
Y a ‘tos’ no los
colocó porque la PSOE tiene un punto débil de solución más que improbable: es
una máquina de destruir empleo como consecuencia de su alta dependencia de unos
sindicatos (CC. OO. y esencialmente UGT) a los que otorgó la capacidad de
avalar o no los convenios colectivos (hoy evaporados gracia a la reforma del PP)
y a los que además sufragó durante años y años con los cursos de formación, cuyo
pago por tanto momio recibido consistió en un par de huelgas generales de
pacotilla y otras protestas y manifestaciones sectoriales de la señorita Pepis,
que tanto liberado sindical tenía que justificar la canonjía.
Otra prueba del
nivel de 'colocaos' socialistas es la siguiente noticia de OKdiario: “El Gobierno de Sánchez suma 673 altos cargos pese a la parálisis (el subrayado es mío). 13 más que el último de Rajoy”.
¡Madre del amor hermoso”. ¿Cómo es posible tal cantidad de altos cargos,
algunos de ellos pluriempleados, para un gobierno que no legisla nada desde hace un año, que no
rinde cuentas semanales ante la oposición, con un presidente que aún no ha
informado al Parlamento de los dos últimos acuerdos con la Comunidad Europea,
etc.? ¿673 altos cargos para qué, para elaborar reales decretos
propagandísticos? Entonces, si al final Sánchez consigue la investidura y logra
formar gobierno, ¿habrá que sumar otro millar de asesores-altos cargos? Tal vez
no sea así, porque me temo que si al gobierno lo respaldan los podemitas,
incluso sin ministerios, entonces los altos cargos no serán otros mil, sino
como poco un par de miles.
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