Si uno repasa la
prensa de hoy enseguida advierte que destaca una noticia, más perceptible e inflada
en las columnas de opinión, puesto que da mucho jugo: El lamentable y aguardentoso espectáculo que se
vivió ayer en el parlamento de la Región de Murcia, donde tres partidos políticos
que se fijaron como objetivo impedir un gobierno social-sanchista (que es la aberrante
ideología del jefe sociata en la zona), no fueron capaces de ponerse de acuerdo
para solucionar un asunto que, en teoría, estaba “chupao”. ¡Dita sea mi
estampa!
Está claro que
de persistir el encastillamiento de Ciudadanos y VOX nos encaminamos a nuevas elecciones
autonómicas, lo cual no me parece mal del todo, ya que así se verá con claridad
a qué partido hace responsable el electorado del teatro infantil representado
en Cartagena, donde incluso no faltó el guiñol de Girauta que, desde Madrid, pidió
que se le leyeran los labios para afirmar que la reunión de cinco horas entre
los tres partidos, PP, C’s y VOX, fue para tomar café. ¡Madre del amor hermoso!
Lo de Girauta me
ha descompuesto la figura, lo reconozco, de modo que no me tengan demasiado en
cuenta la tontería que sigue: Como esta gente reunida ayer durante cinco horas tardara
en tomarse un café lo mismo que los canallas de la manada de Pamplona en violar
a una jovencita, es decir, nueve segundos, no hay más que hacer números para
confirmar que cada uno de los reunidos se tomó unos 3.000 cafés. ¿Es esta la
nueva política? Si es así, conmigo que no cuenten ni VOX ni Ciudadanos, eso sí
lo tengo claro.
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