Es emocionante observar por primera vez cómo las banderas de España (junto a las catalanas no independentistas) se exhiben de semejante modo en pleno corazón de Barcelona. En esta ocasión la causa no fue el fútbol, ni los concentrados se marginaron cercanos a Montjuïc para ver un partido de la Selección Nacional, sino que el detonante del acto fue un patriotismo espontáneo de muchos catalanes que finalmente decidieron mostrarlo en libertad y gritar no a la secesión de Cataluña. ¡Dios bendiga a los miles de compatriotas que asistieron! Ojalá que lo de hoy no sea más que el primer acto, de otros muchos que deberían sucederse y reflejarse en las urnas, a favor de una convivencia muy alejada de ese odio que los nacionalistas inculcan mediante la propaganda pagada por todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.