domingo, 24 de febrero de 2019

El reparto del erario entre las regiones


Hay dos cuestiones entre las que más preocupan a los votantes españoles, según refleja una encuesta que reproduce hoy el diario ABC: La situación en Cataluña (entiendo que de rebeldía) y la economía (digamos la continuidad o no de su crecimiento). Ahora bien, el asunto de la economía afecta de lleno al modelo de financiación autonómica, con una ley en vigor desde 2009, cuando Zapatero aprobó un reparto tan arbitrario que solamente benefició a Cataluña (sobre todo) y también a Andalucía, los dos caladeros tradicionales de votos que ha poseído el socialismo. Y ya se sabe que la izquierda propende al reparto igualitario… pero solo entre los suyos.


El resto de las comunidades, máxime si las gobernaba el PP, fueron sometidas al mayor latrocinio que pueda achacarse a un gobierno, en el supuesto de que pudiera llamarse gobierno a esa banda de arbitrarios que dirigía el delincuente Zapatero, un fulano con el que comenzaron casi todos los males que actualmente padece España y de quien espero que algún día se siente en el banquillo a causa de alguno de sus muchos delitos.

Veamos, sin descartar otras circunstancias que influyen en el bienestar de la población de nuestras regiones (la dispersión de sus habitantes, el PIB per cápita, las infraestructuras, el nivel de pobreza o empleo, la insularidad, etc.), la razón principal para que a una comunidad llegue más o menos dinero procedente del Estado debería de ser el número de los habitantes que posea. Eso sí, luego cabe añadir las medidas correctoras que se consideren necesarias, pero que todas juntas no sobrepasen el 12-15% (en más o en menos), de modo que la partida principal, el 85-88%, la determine siempre la cantidad de habitantes del territorio considerado.

Un ejemplo que podría valer se da en la Región de Murcia, con una población cercana al millón y medio de habitantes (y en aumento), lo que la sitúa en el puesto 10º, pero con una asignación de recursos que no llega al 95% de la media nacional, lo que determina que cada año esté peor financiada. No parece demasiado justo si se considera, además, que la Comunidad está muy mal dotada de infraestructuras (el AVE tardará aún varios años en llegar), la riqueza sitúa a la comunidad de Murcia en el puesto 11, y la desertización, que debería de ser otro factor de corrección, avanzó bastante en los años de ZP, ya que el trasvase cero fue lo habitual tras la cancelación del Plan Hidrológico y hubo que sobrevivir agotando los acuíferos. En la etapa de Rajoy llego más agua procedente del Tajo y, de nuevo, los trasvases cero se han a dar como consecuencia de otro socialista inicuo, Sánchez, al que le importa un huevo todo lo que no sea su persona o las regiones donde espera buenos resultados electorales. Y así, dejadas de la mano de Dios, hay varias regiones españolas.

Al respecto, me ha satisfecho bastante lo que VOX propone desde hace días: Retomar la construcción del Plan Hidrológico Nacional para que el agua llegue hasta donde haga falta. Si el PHN llegara alguna vez a Murcia, con la enorme experiencia que poseen los agricultores murcianos (y levantinos en general) en el aprovechamiento del agua, pondrían en cultivo miles de nuevas hectáreas (media región está en barbecho), harían retroceder gradualmente el desierto y la prosperidad de los españoles en la zona sería espectacular. Igualmente me ha interesado el proyecto prioritario del PP para una nueva ley de financiación autonómica que sea clara y transparente, pactada entre todas las comunidades y sin trato preferencial para ninguna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.