Cartagena, experimento con gaseosa

Respecto al Ayuntamiento de Cartagena, lo más probable es que quienes no vivan en la Región de Murcia desconozcan que el peor alcalde de todos los tiempos ha sido José López, del Movimiento Ciudadano (cantonal), que en la anterior legislatura pactó un 2+2 con los socialistas y se pasó sus dos años en el cargo insultado gravemente a la oposición en los plenos municipales. Eso sí, López no discriminó a nadie, el método despótico e injurioso se lo aplicó a cualquiera que osara disentir de sus innumerables arbitrariedades.

Al efecto, recuerdo que fue de lo más frecuente que el tal López, a la más leve insinuación en su contra, le retirara la palabra al concejal que la tenía en uso, previo insulto grave, y luego le cortara el micrófono. ¡Todo un abusón desquiciado! Es más, a los dos años le sucedió como alcaldesa la socialista Ana Belén Castejón y a partir de entonces fue ella la que comenzó a recibir estopa del irascible López.

Vistos unos antecedentes tan lamentables y teniendo en cuenta que José López ha sacado 8 concejales en 2019, (7 el PP y 6 el PSOE), la única opción para dejar en la oposición a semejante energúmeno –él daba por hecho que gobernaría en solitario durante cuatro años– consistía en el pacto de la “Gaseosa”, es decir, otro 2+2 pero de gente más normalita. De ahí que se haya nombrado alcaldesa a la socialista Castejón y sucesora a la popular Arroyo. Y escribo gaseosa porque no deja de ser un experimento casi único en España –yo no conozco otro caso– de un gobierno de coalición PP-PSOE con el apoyo de los 2 concejales de Ciudadanos.

Ahora bien, los socialistas murcianos han puesto el grito en el cielo y algunos altos cargos han pedido que se les abra un expediente a la alcaldesa Castejón y a sus concejales y se les expulse del PSOE. ¿Razón? ¡Qué enorme osadía pactar con el PP cuando podía haberse reeditado el aberrante pacto con el atroz López! ¡Qué más da que la ciudad de Cartagena padezca como alcalde a un energúmeno de frenopático!

En fin, ya veremos cómo termina un asunto que no huele nada bien, y mucho más si se considera que los “progresistas” andan de por medio y a navajazos entre ellos. Moraleja, los socialistas no tiene remedio, es tal el odio que sienten hacia el PP, tal vez porque será el partido que algún día los vuelva a desalojar del poder, que son capaces de pactar con el mismísimo Satanás (léase Bildu o ERC) antes que con los populares.