sábado, 1 de junio de 2019

Podemos, ¿de dónde saca p’a tanto como destaca?


Los podemitas se han comprado una nueva sede en Madrid al módico precio de dos millones de euros –confesados, que a saber–, más la reforma de otros seiscientos y pico mil del ala. Aunque la noticia se ha difundido esta misma semana, al parecer llevaban algún tiempo negociando la compra, es decir, antes de las elecciones generales o muy poco después. Lo que demuestra el super “ojo clínico” que esta gente posee, sobre todo si se tiene en cuenta que dejarán de cobrar más de tres millones de euros como consecuencia de los batacazos que se han dado en las últimas elecciones, con la pérdida de unos 70 diputados autonómicos y casi un millón de votos a la basura en la más reciente de ellas.


Ahora bien, casoplón de Galapagar aparte, está claro que estos "parias de la tierra" tendrán que vivir de algo si se tiene en cuenta que la mayor parte de los que se han quedado en la calle no tiene ni oficio ni beneficio. ¿Será por esa causa por la que Pablo Iglesias pide una asignación de 600 euros para todo el mundo? ¿Será, tal vez, la razón de que se les acreciente a los podemitas la necesidad de lograr cargos de segunda o tercera fila en el gobierno de Sánchez o en sus aledaños? Todo es cuestión de números, eso está claro, ya que por cada carguillo gubernativo, pongamos subdirector de algo en cualquier empresa pública –que las hay a cientos y si no se crean–, ellos enchufarán a seis o siete que no hayan logrado llegar a concejales con sueldo o asimilados subvencionables.  

De lo que estoy casi seguro es de que los “marqueses de Galapagar” no van a incumplir con la hipoteca, ni renunciar a las bicocas de los sobresueldos en las comisiones en el Congreso que les correspondan, que ya se encargará Sánchez de que sean las máximas posibles con tal de no oírlos, y… por supuesto que seguirán aceptando todo lo que les llegue de Irán y Venezuela o de un tal Soros, como se sabe dos democracias consolidadas y un benefactor de la Humanidad, vertiente populista.

En conclusión: La cercanía de los podemitas es de lo más nociva para la salud democrática. Manténgase uno a distancia de estos comunistas totalitarios disfrazados de demócratas y dispuestos siempre a decidir qué se hace con el dinero de nuestros bolsillos, como por ejemplo ese impuesto que quieren aplicarle a los bancos, que lo venden como lo más social de este mundo, cuando se sabe de sobras que acabaremos pagándolo los usuarios. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.