El rey no es
España, pero sin duda alguna es su máxima representación, de ahí que cualquiera
que menosprecie al rey está claro que lo hace para desairar a los españoles. Lo
anterior viene a cuento de la diputada Laura Borràs, que asegura haberse
presentado en la Zarzuela para decirle a Felipe VI que “los catalanes no
tenemos rey”, que a saber si es cierto que se lo ha dicho así de claro, porque
como buena catanazi la mentira no le es ajena.
Ahora bien, si el
rey Felipe VI es nuestro Jefe de Estado por mandato constitucional, lo que le
confiere toda la legitimidad del mundo para ejercer el cargo, me pregunto qué
mandato posee la dipunazi Borràs para arrogarse la representación de todos los
catalanes y eructar en nombre de ellos ese “No tenemos rey”. No se te ha ocurrido
pensar, Laurita de los cojones, que la Constitución tiene mecanismos para
cambiarla y que vosotros hubierais podido presentar en el Congreso una
propuesta de referéndum sobre monarquía o república. ¿He dicho pensar? ¡En
absoluto, lo vuestro si acaso es embestir al más fanático modo!
En resumidas
cuentas, comprendería que esta individua hubiese comentado algo así: “A algunos
catalanes nos apetecería no tener al rey de España como Jefe de Estado”, que es
algo mucho más aproximado a lo que sucede en Cataluña. Al efecto, repárese en
el vocablo “algunos”. Pero no, ella, como maliciosa cismática y nada
respetuosa de la Ley, se atribuye la representación de todos los habitantes de
una región española –una realidad multicentenaria– sin más razón que su propia
voluntad, tanto la de ella misma, que al fin y al cabo es una simple recadera, como
la de unos delincuentes mafiosos procesados por golpistas o huidos a otros
países: Bélgica, Suiza y Reino Unido.
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