Tal y como yo lo
veo, en la actualidad los británicos son gente de lo más civilizada y
democrática, pero durante buena parte de su historia les ha caracterizado la
soberbia y el racismo. No es preciso poner demasiados ejemplos de esa
característica, bastaría citar cómo se comportaron en cada una de sus colonias:
dando un horrendo trato de raza inferior a los lugareños. Por eso tiene narices
que ahora, quizá porque Londres es ya Londostán, se les haya ocurrido acusarnos
a los españoles de racistas. Así se desprende de una noticia difundida por la
agencia EFE que reflejan varios medios, por ejemplo El Mundo mediante este titular: “Inglaterra se niega a jugar en el Bernabeu”.
En España
tenemos infinidad de defectos, el que más nos retrata en los últimos tiempos es
nuestra condición de aborregados respecto a la clase política, que nos está
comiendo la patria por los pies y aquí no pasa nada. Cuando un politicastro deja
de decir que “el concepto de nación es discutido y discutible”, otro afirma que
“la idea de España me la sopla” o un tercero habla del “coñazo” que supone
asistir al desfile de las FFAA. Y me refiero solamente a los partidos que se
definen de ámbito nacional, que esto sería interminable si tuviese que citar las
ocurrencias de los nacionalistas. Es decir, niego que uno de los defectos de
los españoles sea el racismo, salvo en el caso de unos cuantos sabinianos del
PNV, por supuesto.
Bien, pues diríase
que la osadía a la hora de hablar de lo que se desconoce es otra de las
características británicas. Parece mentira que en España vivan de modo
permanente casi medio millón de ciudadanos del Reino Unido, más otros tantos
que pasan aquí largas temporadas y poseen segundas residencias que van alquilando
bajo mano a sus compatriotas, eso sí, sin pagar un duro de impuestos. Todo ello
determina un flujo continuado de ciudadanos de Su Graciosa hacia nuestro país, y
unos cuantos son de raza negra, hindú o asiática, acerca de los cuales no
conozco ningún caso que haya concluido en denuncia por racismo. Y eso que esa
gente tiene la denuncia fácil, puesto que, a diferencia de nosotros, no cree
que la Justicia sea un cachondeo. En mi pueblo, sin ir más lejos, de un censo
de 36.000 habitantes, más de 3.000 son residentes británicos. Y tan tranquilos.
Y digo yo, no
hubiese sido cuestión de que algún miembro de la Federación Inglesa de Fútbol,
molestándose un poquito y antes de largar semejante estupidez a la prensa, se
hubiese decidido a llamar a un conocido en España para formularle la pregunta
de rigor: ¿Oye, a ti te parecen racistas los españoles? Comentaba el clásico:
“Celebraría saber cuántos hombres se necesitan para hacer uno perfecto”. Si
fuese un británico el llamado a definirse en tal sentido, habría ciertas
posibilidades de que nos ofreciera esta respuesta: "Uno, yo mismo".
Artículo revisado, insertado el 13 de octubre de 2008 en Batiburrillo de Red Liberal
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.