viernes, 1 de febrero de 2019

Marlaska, un ministro carente de equidad


Vaya mi mayor repulsa hacia el gobierno de Sánchez, que usa los ministerios y los recursos públicos solo a favor de los políticos que necesita como compinches en el Congreso de los Diputados. Ha sucedido así, entre otros casos, al poner a la Guardia Civil al servicio del macho Alfa podemita, que habita junto a varios criados (los vecinos los ven salir) en un casoplón perfectamente defendible por sus habitantes de cualquier chorizo que merodee.


Mientras, respecto al partido Vox, muchos de cuyos integrantes han sido agredidos en diversos puntos de España, sigue la callada por respuesta después de que hayan transcurrido 42 días desde que Santiago Abascal solicitó protección al ministro de Interior. La verdad es que esto huele que apesta a prevaricación: tanto el exceso de la orden dada a la Guardia Civil para proteger al Coletas, como el defecto absoluto, o sea, el no hacer nada a favor de un partido que en verdad lo necesita y que, Dios no lo quiera, tampoco sería de extrañar que comenzara a poner los muertos.

La falta de equidad del ministro Marlaska es desmedida. No ha valorado, por ejemplo, que está protegiendo incluso más de lo debido a quien originó, con su alerta antifascista tras las elecciones andaluzas, que comenzara o se intensificara la violencia hacia los militantes de Vox. El ministro tampoco evalúa que los miembros de Podemos no han recibido agresiones de ningún tipo, como mucho han cosechado unos cuantos insultos en las redes sociales y siempre como respuesta a los que ellos mismos han proferido. Si acaso, los autores de las agresiones a los militantes de Vox son precisamente los podemitas más exaltados o sus asimilados de la ultraizquierda.

En pocas palabras: Marlaska da a los violentos de Podemos el tratamiento de víctimas en peligro de extinción, que deben ser protegidas a como dé lugar y a cualquier precio. Total, la juerga la pagamos entre todos. Y a las víctimas de Vox se limita a ofrecerles su más sincero desprecio, a resultas del cual les aplica, como ahora se dice, un fastuoso cordón sanitario. Y todo por seguir unos meses más en el poder. ¡Qué tendrá el socialismo que todo lo pudre!

2 comentarios:

  1. La izquierda suele ser endogámica y mira siempre hacía su ombligo. No dude usted que hay más simpatía por el etarra excarcelado hoy por enfermedad que por Zaplana que, sin tener delitos de sangre, tiene el delito aún mayor, a ojos de este desgobierno, de ser del PP. Tal cual.

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  2. Exacto, amigo mío. No podemos estar más de acuerdo. Gracias por anotar.

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