miércoles, 19 de febrero de 2020

Presidencias de Comisiones en el Congreso


No suelo escribir sobre Vox porque es un partido que goza de mi simpatía y lo paso mal si alguna vez le saco los colores. Incluso tengo familiares y amigos que votan a ese partido. Baste decir que aquí, en Murcia, Vox fue la formación política que más votos sacó en las últimas generales. Ahora bien, lo que no puedo aceptar es que Vox culpe sistemáticamente al PP de todos sus fracasos y además utilice la peor de las razones: las medias verdades y el uso de unas redes sociales hiperactivas para difundirlas.


Veamos cual es la versión del PP en relación con el reparto de las presidencias de Comisiones en el Congreso: “El PSOE nos dio hecho el reparto global, nos aclaró que si pretendíamos ceder algún cargo a Vox [se entiende una presidencia] ellos se opondrían y lo impedirían con su mayoría (19 votos de 37 en cada comisión) y ante el riesgo de perder alguna de nuestras siete presidencias le planteamos a Vox que aceptara negociar sobre el total de los 132 puestos a distribuir en las comisiones, pero de otro rango distinto a las presidencias. No hubo acuerdo porque Vox, que tiene ahora 52 diputados, exigía cuatro presidencias, nueve vicepresidencias y 15 secretarías”.

El PP intentó a última hora volver a negociar con Vox para que aceptase quedarse sin presidencias y repartirse los 56 puestos restantes, entre vicepresidencias y secretarías. Vox se negó a cualquier otra solución que no fuese un reparto de cargos proporcional a su 15% de escaños, así que presentó a sus aspirantes y los votó en solitario. "No acudimos al mercadeo ni asumimos sillas públicas a cambio de nuestra dignidad", enfatizó Macarena Olona, irritada con el PP. Cs votó al final en blanco en todas las comisiones como protesta al intuir que no lograría ningún puesto.

Como se ha dicho, ahora Vox culpa al PP de haber pactado con la izquierda. Falso, fue la izquierda y el nacionalismo en bloque los que impusieron el resultado. Fue Vox, con su “dignidad herida”, quien se limitó a votarse a sí mismo (igual que en la Mesa del Congreso) sin que lograra nada positivo para luego, como hace siempre, culpar al PP de su propio encastillamiento.

No se sabe qué es peor en Vox, si la enorme ingenuidad que demuestra (de dignidad no se come en política ni se logran los puestos adecuados para ser más eficaces) o su mal perder cuando no logra lo que cree le corresponde o ellos consideran justo. Francamente, parece que en Vox vayan con un cirio en la mano en lugar de jugar a la política en primera división. Y lo más curioso es que además pretendían que el PP, por una solidaridad mal entendida, se quedase igualmente en la calle.

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