jueves, 28 de marzo de 2019

El programa de Cum falsario


¿Alguien sabe qué propone Sánchez para solucionar el problemón golpista en Cataluña? Porque de sus 110 medidas, la mayoría de ellas pura carnaza destinada a los crédulos, ninguna alude a ese territorio situado al margen de la Ley. Y no me basta en absoluto con la palabra diálogo, un mantra hueco y propagandístico bueno para nada y que, aun así, socialistas y golpistas se arrojan a la cara para acusar al rival de no practicarlo. La realidad del nacionalismo catalán, por el contrario, puede definirse en pocas palabras: Lleva mucho tiempo, tal vez siglos, encastillado en la imposición  y el delirio.


De otro lado, ¿es Iceta, ese amo y señor del socialismo catalán (PSC-psoe), quien decide por Sánchez al proponer un referéndum legal para la independencia si lo acepta el 65% de los catalanes? ¿El 65% del censo o de los participantes? Porque si al final optan por lo segundo, los icetos del PSC junto a los golpistas podrían proclamar la independencia con cuatro votos y medio. Así sucedió con el Estatuto de Cataluña, aprobado por el 35%.

La pregunta clave es esta: ¿Cómo puede declararse legal un referéndum contra la unidad de España? ¿Sería una consulta no vinculante, como añagaza, y luego decidiría el Gobierno del doctor Fraude? Eso sí, a sabiendas de que estaría todo previamente pactado con los catanazis, una corriente totalitaria donde es perfectamente posible ubicar al propio Iceta. En este punto, estoy dispuesto a creerme cualquier cosa. Se mire como se mire, esa gente golpista no es de fiar. De ahí que no pueda estar más de acuerdo con la descripción de Iceta que genialmente hace Álvarez de Toledo: “No tiene principios, criterio, escrúpulos ni remedio”. ¡Bien por ti, Cayetana!

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