sábado, 18 de mayo de 2019

El temor de Sánchez al PSC


Como le ha ocurrido a todos los secretarios generales del PSOE, Sánchez tiene un problema de falta de autoridad respecto al PSC, es decir, a ese socialismo charnego-catalán, dominado por una Ejecutiva de burgueses, que habita esencialmente en los barrios periféricos de Barcelona y en las ciudades que envuelven a la capital. Lamentablemente, no son más que unos dóciles charnegos conviene recordarlo– tan despreciados por los que dicen ser de raza superior (los catanazis o… catalazis a lo Torra), que entre ellos no hay miembro del PSC que no viva acomplejado y trate de mantener un equilibrio entre sumarse a la independencia ahora mismo, mediante el falso “derecho a decidir”, o hacerlo dentro de 10 años, como proponía Iceta. Se entiende que después de ese período puede haberse logrado intensificar el adoctrinamiento hasta generalizar el delirio que ahora solo poseen los catalazis.

Sí, diríase que Sánchez siente temor a que, como hicieron años atrás, los del PSC traten de formar grupo propio en las dos cámaras y acaben por discrepar en asuntos fundamentales, pongamos los presupuestos, lo que supondría que el gobierno socialista acabase descoyuntado en poco más de un año. ¡No caerá esa breva! Por eso, al haberle fallado la operación Iceta para el Senado, parece que no ha visto otra forma de contentar a sus coleguillas del PSC que ofrecerles sendas presidencias, Congreso y Senado, a los dos sociatas más antiespañoles que Sánchez ha encontrado: Batet y Cruz, cuyos antecedentes lo demuestran. Así, mediante el premio de haber alcanzado el sillón de la tercera y cuarta autoridad del Estado, los dos nuevos cargos catalanes es posible que sirvan de muro de contención a las veleidades separatistas de un socialismo catalán que nunca ha sido trigo limpio.

La pregunta sería: ¿Alguien cree que Batet y Cruz, conspiraciones aparte, poseen méritos propios para ocupar semejantes cargos? Claro que tampoco veo yo a Pedro Sánchez muy “sobrao” en cuanto a condiciones políticas. Eso sí, ha sabido rodearse de un Maquiavelo de bolsillo, un tal Iván Redondo, que el día que abandone a su jefe actual no me extrañaría nada que el PSOE acabase en el Grupo mixto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.