Sanchismo: fraude y propaganda

El peor inconveniente para los fraudulentos es que necesitan constancia, ya que deben perseverar en las estafas si quieren sobrevivir al sentido común de sus enemigos –nunca rivales–, a menos que envuelvan el engaño en propaganda farsante, una actividad tan del gusto del socialismo y la izquierda en general, en la que son auténticos maestros desde hace muchos años. Es lo que se conoce como agit-prop, agitación y propaganda. Eso sí, agitación callejera cuando gobierna la derecha, si bien ahora que el sanchismo manda en la Moncloa, los socialistas actualizan a la versión 2.0 y cambian a fraud-prop: Fraude y propaganda, mucha de ella emitida a través del BOE, con el dinero de todos, tras los Consejos de Ministros.

Llegados a este punto, dan ganas de preguntarse: ¿en qué ha quedado lo de 140 años de honradez del PSOE al servicio de España? Una afirmación de Carmen Calvo que vociferó en la campaña de las generales y ejemplifica a la perfección el fraude propagandístico para cualquiera que deduzca que el socialismo jamás puede asociarse a la honradez tras miles de fechorías, mucho menos durante 140 años y en absoluto al servicio de España.

Gracias al fraud-prop de Pedro Sánchez, este pájaro es capaz de aprovecharlo todo para salir en imagen y ganar votos a costa, en este caso, de aparentar una humanidad que en absoluto siente, como se desprende de la visita al hospital donde se encuentra Rubalcaba y su anulación del viaje para acompañar al Rey, con quien se acompleja de segundón, en la inauguración de la feria del automóvil en Barcelona. Otro rasgo de fraude, en este caso apostado a dos caras, es el anuncio de Iceta como presidente del Senado. Si al final Iceta consigue que lo nombren senador en el Parlament, pues muy bien; pero si los catanazis exigen el oro y el moro, pues aún mejor, porque en tal caso lo aprovechará para desacreditarlos durante dos semanas de campaña electoral.

Y volviendo a la faceta humanitaria, si Fraudez realmente sintiese alguna compasión hacia sus semejantes le habría cantado la caña en varias ocasiones el genocida Maduro, pidiéndole con firmeza que abandone el poder, en lugar de ordenar que el ministro Borrell, otra auténtica joya del socialismo, se muestre de perfil. Como si fuese posible la neutralidad entre los diputados seguidores de Gaiudó, elegidos libremente por los venezolanos, y esa casta narco-corrupta y opresiva que implica a buena parte de los militares que secundan a Maduro.

En resumen, como consecuencia de un fraud-prop que no cesa, parece que las elecciones del 26 de mayo vienen mal dadas para la derecha –todo lo que no sea social-comunismo y golpismo es derecha–, donde Tezanos ya nos ha leído los posos del café y deja clara una nueva hecatombe del PP y otras gentes normales en beneficio, eso sí, de un mapa de España teñido de rojo-fraude.