viernes, 18 de enero de 2019

Los opresores nunca viajan solos y menos si son xenófobos


Tú y yo, y cualquiera que cotice en España, le hemos pagado el viaje a la Universidad de Stanford, nada menos que en California, a ese pedazo de xenófobo que dice llamarse Torra –a saber si en realidad no es Pedro Botero– y que además se hace pasar por el presidente de los catalanes. Por supuesto, él solo preside a los catalanes que pertenecen a la raza superior y que no hablan el “idioma de las bestias”. El resto de los habitantes de Cataluña, bastante más de la mitad, al poseer como idioma materno el español, el apestoso Torra no los considera catalanes:

Pues bien, ahora se ha sabido que Torra no fue realmente invitado al Instituto Martin Luther King, donde al parecer se debaten asuntos más serios, y que tan solo participó en un seminario –como invitado a una clase, para entendernos– que tuvo lugar en otro pabellón de la Universidad, donde además se formularon algunas preguntas y al final intervino el Cónsul de España para desmentir las barbaridades de “Botero”.

Sea como sea, estamos hablando de un viaje de 8.000 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, cuya estancia y desplazamiento se lo hemos debido costear no ya a Torra, sino a un grupo de personas, además de a los periodistas invitados en tales casos, como los corresponsales de Catalunya Ràdio y TV3 en Washington, que el año pasado tuvieron un coste para el contribuyente de 560.000 euros. Porque de lo que estoy seguro es de que este fulano no viajó solo, ¡los opresores nunca viajan solos! Y eso en el supuesto de que el profesor que invitó a Torra no le exigiera el “donativo” tradicional que suelen pedirle a cualquier pardillo al que, como a todo apestado, nadie quiere recibirlos y muchos menos escucharlos si no es a tocateja. Vamos, en dólares.

Aunque nada más sea por la malversación continuada, el actual gobierno de Cataluña merece que se le aplique ya un 155 duro y continuado. Una malversación que no viene de ahora, sino que son ya varios años en los que dilapidan el dinero de todos en favor del llamado “Proces”. Por si lo dudan, vean lo que dice el diario El Mundo, de cuya información entresaco un párrafo:

“El informe detalla qué medios de comunicación catalanes y estatales recibieron fondos públicos por promocionar campañas de la Generalitat, pero oculta el destino de la inversión publicitaria realizada en el extranjero. El documento únicamente precisa que la Generalitat desembolsó 434.000 euros a medios impresos internacionales, 547.000 euros a webs informativas de otros países y 3.400 euros por cuñas publicitarias en radios extranjeras. ¿Por qué será que no me creo esas cifras? Porque cualquiera que conozca a estos pájaros sabe que hay que multiplicarlas por 10, por 20 o por 100. El fraude en el nacionalismo es otra de sus características habituales. ¡Mienten u ocultan todo lo que creen que no les favorece!”.

Lo dicho: para empezar, un 155 duro por una década, ampliable a una segunda y así sucesivamente: De década en década hasta que los golpistas se porten como demócratas y sientan un temor reverencial a incumplir las leyes, como sucede con cualquier hijo de vecino en el resto de España.

En resumen: Si bien hay quien dice que no se dan las condiciones para aplicar un nuevo 155 en Cataluña, en realidad lo que no se da, y a su trayectoria de vivir en las nubes me remito, es un presidente del gobierno de España al que en verdad le hubiera gustado acompañar a Torra a California.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.