Dicen que el dinero no da la
felicidad… Permítanme que me carcajee porque estoy pensando en lo felices que los
nacionalistas vascos y catalanes, sobre todo los segundos, van a ser cuando comprueben
que les ha tocado la lotería con este tipo arbitrario que es capaz de comprar vía
presupuestos del Estado y al contado, con el dinero de todos los españoles, a
los partidos más repulsivos, por anti demócratas y supremacistas, que tenemos
en lo que ellos odian: España.
Que quién es ese tipo: Un tal
Sánchez, Pedro Sánchez, sobre el que las malas lenguas aseguran que gobierna en
“Estepaís”. Y digo gobierna, cuando en realidad debería haber escrito manda,
porque gobernar es servir a la Nación y no servirse de ella. Luego es evidente
que Sánchez, al haber usado los Presupuestos Generales en su propio servicio,
practicando un reparto horroroso que no tiene más fin que comprar tiempo de
Moncloa y horas de Falcon, lo que ha decidido es el uso arbitrario de un dinero
ajeno que a él sí le dará la felicidad. Porque la felicidad, que nadie se
engañe, para los gobernantes filo tiránicos es querer hacer siempre lo que les
hace felices.
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