Ha
hecho público la banda de asesinos ETA su enésimo comunicado, dirigido, con su
habitual arrogancia, a la “Comunidad Europea”. Transcribo íntegramente el
comunicado de los terroristas añadiendo las necesarias acotaciones a lo
expuesto por los etarras:
Comunicado de ETA a la Comunidad
Europea:
Euskadi Ta Askatasuna,
organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, mediante
este comunicado desea trasladar sus reflexiones a la comunidad europea:
Por
mucho que se quieran revestir con la piel de tiernos corderitos llevan inscrito
en su genética la querencia por los actos violentos y no pueden evitar emplear
términos con ciertas connotaciones bélicas: “revolucionaria” y “liberación
nacional”. Bien empiezan los etarras pues.
En las últimas décadas han
ocurrido numerosos cambios en Europa. En esta continua transformación se han
superado algunos viejos problemas y han aparecido otros nuevos. Hay también los
que perduran a lo largo de los siglos. El conflicto que tiene Euskal Herria con
España y Francia es uno de ellos.
Nos
imparten en este párrafo los terroristas una lección de historia europea
repleta de falsedades. Ni existe ni nunca ha existido conflicto alguno que
perdure a lo largo de los siglos entre el País Vasco por un lado y España y
Francia por el otro. Hay una banda de terroristas –que ni son ni representan a
todos los vascos– que desde mediados del siglo pasado optaron por la violencia
como medio para obtener sus fines. No hay por tanto ningún conflicto entre
estados soberanos como pretenden hacer creer los asesinos. ETA es simple y
llanamente una organización criminal.
Después de largas décadas todavía
no hemos sido capaces de dar una solución justa y democrática a este conflicto.
No obstante, en estos meses se están produciendo profundos movimientos y se
está creando la oportunidad histórica de construir la paz y acabar con décadas
de sufrimiento.
La
primera aseveración de este párrafo refleja con bastante fidelidad la realidad,
pero convenientemente para sus intereses omiten los terroristas señalar que ha
sido ETA quien ha despreciado cualquier noción de justicia y democracia al
inclinarse por las bombas y las pistolas. Por eso mismo “construir la paz y
acabar con décadas (observen que ya no son siglos) de sufrimiento” está al
alcance de los etarras: sólo tienen que entregar sus arsenales y rendir cuentas
ante la justicia. Si así no sucediese –que no sucederá– la paz sólo podrá
llegar por la acción policial –deteniendo a los delincuentes etarras– y la
judicial.
En la Conferencia Internacional
celebrada el 17 de octubre de 2011 en Donostia, destacadas personalidades
internacionales presentaron la propuesta para la solución del conflicto en la
denominada Declaración de Aiete. Entre otras cuestiones, destacaban la
necesidad del diálogo y el acuerdo:
- Entre ETA y los gobiernos de
España y Francia, para superar las consecuencias del conflicto.
- Entre las fuerzas vascas, para
lograr acuerdos que ayuden a crear una situación de paz estable y duradera.
Los
patrocinadores de semejante paripé de “conferencia internacional” a nadie
representan y, por tanto, sus conclusiones tan complacientes con las tesis
terroristas para nadie son vinculantes. Los gobiernos democráticos ni pueden ni
deben negociar con asesinos, secuestradores y extorsionadores. Tremendamente
reveladora es la expresión “para superar las consecuencias del conflicto”: en
contradicción con lo expuesto líneas más arriba, nos dicen ahora los asesinos
que ya no hay “conflicto” sino “consecuencias del conflicto”. ¿Cuál habría de
ser para los etarras la forma de superar esas consecuencias? Todos los asesinos
a la calle y, a ser posible, con honores de campeones de la democracia y la
libertad.
En dicha propuesta se le
reclamaban compromisos históricos a nuestra organización para poder dar inicio
al proceso de soluciones. ETA valoró la seriedad de la propuesta y respondió
positivamente a la demanda de la Conferencia. Así, el 20 de octubre de 2011
declaró el final definitivo de su actividad armada y (sic) hizo un llamamiento a los gobiernos de
España y Francia para entablar diálogo directo para resolver las consecuencias
del conflicto, mostrando su total compromiso con el proceso de soluciones y con
la paz.
Como
en ellos es habitual, mienten los etarras al presentar la dichosa conferencia
como una iniciativa independiente por completo ajena a ellos. Esa conferencia
no ha sido más que un instrumento al servicio de ETA con la pretensión de
otorgarles cierta credibilidad. Sigue mintiendo al hablar de “su total compromiso
con la paz”, como bien demuestra que ni hayan entregado las armas, ni se hayan
disuelto, ni hayan asumido la magnitud de sus fechorías, ni hayan mostrado el
menor síntoma de contrición por todo el daño que han causado. Macabro oxímoron
resulta la palabra paz en boca de los asesinos.
ETA considera que hay condiciones
suficientes para abordar la Declaración de Aiete en su integridad, en sintonía
con el deseo y la esperanza de la sociedad vasca. Demorar la solución no es
beneficioso para nadie y, además de alargar el sufrimiento, puede generar
situaciones de bloqueo perjudiciales.
El único deseo
de la sociedad española es que los verdugos etarras dejen de asesinar,
posibilidad un tanto dudosa ante la para nada velada amenaza que vierten los
etarras: “Demorar la solución no es beneficioso para nadie y, además de alargar
el sufrimiento, puede generar situaciones de bloqueo perjudiciales”. En
esta amenaza se pueden condensar todos y cada uno de los comunicados de ETA: o
se accede a su chantaje o se generarán situaciones perjudiciales –típico
eufemismo al que tan propensos son los etarras–. Porque, recuerden, las armas
siguen estando en su poder.
Por todo ello:
- ETA considera que los gobiernos
de España y Francia deberían, sin más demora, responder positivamente al
llamamiento de la Declaración de Aiete y de ETA.
ETA
que considere lo que quiera, pero estos delincuentes no son nadie para imponer
a ningún gobierno ni a ninguna sociedad que respondan a las exigencias esquizofrénicas de una
caterva de asesinos.
- ETA quiere hacer saber que ha
nombrado a su Delegación para abordar el diálogo directo con los gobiernos de
España y Francia.
Pues
que el gobierno cumpla su cometido y que los delegados y los no delegados
etarras den con sus huesos en la cárcel, que es el lugar donde deben estar.
- ETA considera que también los
agentes políticos y sociales vascos deberían abordar el diálogo político para,
entre todos, dar solución a las razones del conflicto político y lograr
acuerdos que garanticen un escenario de paz y libertad estable y duradero.
Como
no hay ningún conflicto político no puede haber ningún diálogo político. El único
obstáculo para la paz y la libertad son los criminales etarras. Si quieren paz
que se entreguen sin condiciones.
La comunidad europea y el
conjunto de Instituciones de Europa tienen ante sí el reto de apoyar e impulsar
el proceso abierto para dar una solución definitiva a este conflicto que
perdura en el corazón de Europa. Ese es el deseo y el compromiso de ETA.
Más
de lo mismo. Literatura barata responsabilizando a los demás de una situación
que sólo a los etarras puede achacárseles: la de haber sembrado la muerte y el
terror por las ciudades de España.
Nada
nuevo, por tanto, bajo el sol. Los asesinos siguen, desde su osada arrogancia,
intentado chantajear a los españoles. No hay en sus palabras el más mínimo
atisbo de arrepentimiento por sus innumerables crímenes. Para ETA los miles de
damnificados por sus acciones no existen. Continúan amenazándonos con volver a
utilizar las armas si no nos plegamos a sus obscenas exigencias. ETA quiere
negociar, de igual a igual, para no verter más sangre poniéndonos una pistola
la nuca, como es su especialidad.
Contra
ETA sólo hay un camino válido: el acoso implacable hasta su completa desarticulación
y que todos y cada uno de los asesinos comparezcan ante los tribunales. Así lo
exige la democracia.
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