martes, 15 de mayo de 2012

La sorpresa de un secretario de Estado


Ha manifestado el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, don Juan Manuel Moreno, su “preocupación y sorpresa” ante el hecho de que ninguna de las dieciocho mujeres asesinadas en lo que va de año por sus parejas o ex parejas hubiese presentado denuncia previa por maltrato, ya que éste suele ser paso previo en el terrorífico camino hacia el cobarde asesinato. Ha anunciado también que el gobierno analizará de forma “rigurosa y sosegada” las razones por las que en estos dieciocho casos no ha habido denuncia.

Comparto con el señor Moreno la preocupación, no así la sorpresa. No puede sorprenderme que una mujer –lo mismo serviría para un hombre maltratado– que vive sojuzgada por los malos tratos de un canalla no lo denuncie. Una mujer maltratada a duras penas sobrevive en el infierno del miedo, y el miedo atenaza, el miedo paraliza, el miedo anula a la persona. Una mujer maltratada teme las consecuencias que una denuncia puede acarrearle, máxime cuando la ley no la protege, lo cual tal vez sea el verdadero fondo de tan trágica situación.


La famosa Ley de Violencia de Género no supone una herramienta útil para las mujeres que necesitan ser protegidas. Es muy válida para aquellas mujeres sin escrúpulos morales dispuestas a esgrimirla como arma arrojadiza para dar por saco a sus parejas –en algún caso en los juicios por custodia, diga lo que diga mi amiga anónima– o para fomentar la discriminación por razón de sexo, pero su eficacia deviene en nula cuando se trata de defender a tantas mujeres que realmente necesitan auxilio y protección. Si un malnacido quiere matar no existen en este mundo pulseras u órdenes de alejamiento que se lo puedan impedir, sobre todo si tenemos en cuenta que no pocos de estos canallas acaban suicidándose tras haber cometido su macabro crimen.

No puedo compartir, por tanto, la macabra sorpresa del señor Moreno. Sólo puedo desearle, por supuesto, que su análisis “riguroso y sosegado” constituya el paso previo a encontrar soluciones válidas y reales que amparen y protejan a todas las mujeres y hombres que saben qué es malvivir en las tinieblas de los malos tratos y el miedo preguntándose cada día si ése será su último día.

4 comentarios:

  1. Esperas mucho... Que un político encuentre soluciones... Muy difícil...

    ResponderEliminar
  2. Igenuidad según se mire, porque si no confías en nadie vale más que no salgas de casa. Por no decir algo peor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya no salgo mucho, no creas... pero tienes razón, Pedro.

      Eliminar

Comentarios moderados.