sábado, 19 de mayo de 2012

Nuevas paradojas sindicalistas


Hay unos trabajadores que van a salir a las calles a protestar. ¿Por qué? Porque en su empresa van a hacer un ERE. La empresa en la que desarrollan su actividad los citados trabajadores tiene una particularidad: es un sindicato –UGT-Madrid concretamente–, de esos que se dedican a defender los derechos de los trabajadores, últimamente rechazando esa reforma laboral del gobierno de Rajoy que no dudan en utilizar en propio beneficio. Una vez hecha la necesaria composición de lugar, voy a desarrollar una idea que sobre este particular se me ha ocurrido y que me tiene en vilo.


Si los trabajadores de UGT-Madrid van a organizar protestas al considerar que sus intereses están siendo lesionados, lógico, normal y coherente sería que los dirigentes de UGT-Madrid, cuyo único norte es apoyar al pueblo trabajador, hiciesen frente común con los damnificados, pues en caso contrario estarían faltando gravemente a su obligación. Y aquí se acaba cualquier coherencia, pues estos dirigentes estarían protestando contra ellos mismos, incluso con pancartas estilo “Obrero despedido, patrón colgado” y similares. Protesta que, recordemos, podrían hacer innecesaria si hubiese un mínimo de congruencia entre sus prédicas y sus actuaciones.

Sería también digno de ver el recibimiento que los trabajadores tributarían a los sindicalistas de corazón duro y bolsillo subvencionado: “Fuera de aquí, chupasangres”; “A mangonear a vuestra casa, chorizos”; “¿Por qué no os aplicáis lo del patrón colgado y lo de que acaban con todo?” Y ya me imagino a ese peaso de dirigentes sindicales replicando llorosos y aturdidos: “Compañeros, compañeros que estamos aquí para defenderos”; “La clase trabajadora ha de permanecer unida y los enemigos son la derecha, el capitalismo y Franco”. Incluso a algún despistado se le escapará lo de “Todos somos Garzón”, lo cual no hará sino aumentar el cabreo de la concurrencia. En fin, no descarten que la cosa acabe a guantazos o, como decimos los gallegos, nun pifostio do carallo.

 
El problema es que los rollos de la extrema derecha, el capitalismo, Franco y todos somos Garzón en que se han apoltronado con todo lujo de comodidades los sindicatos están fenomenales para dar la nota montando el consabido guirigay, pero cuando la historia parece ir en serio no hay propaganda que apacigüe los ánimos del personal. Y el personal a estas alturas lo debe de tener más o menos claro: los sindicatos no están para defender los intereses de los trabajadores. Lo suyo, fundamentalmente, tira más por el lado del agitprop y la subvención.

3 comentarios:

  1. Va a ser divertido ver algunas reacciones... La vida da muchas, pero que muchas vueltas...

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  2. En concreto, el asunto del ERE de UGT clama al cielo, más aún en el contexto de la huelga de hoy. Yo veo que en este país hay mucho tonto que se deja manipular y lo que es peor, engañar por los mismos que les hacen la cama, para hacerles el juego que les permita seguir justificándose y enriquecerse a costa de todos los españoles. Ay!

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    1. Todo lo relacionado con estos subvencionados sindicatos que padecemos clama al cielo. Es vergonzoso.

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