La soberbia del nacionalismo catalán ante el islam

Àngel Colom, dirigente de CiU y ex ‘embajador’ en Marruecos, anuncia un curso de formación nacionalista para imanes “catalanes”

A consecuencia de la miseria generalizada, la falta de libertad absoluta y el atraso de todo orden que produjo el comunismo (socialismo real), en la práctica solo quedaron otras dos ideologías perversas tras la caída del Muro. A cual más aborrecible: Islamismo y nacionalismo. Aunque no siempre (caso de Irán), dichas ideologías suelen ser antagónicas, puesto que el musulmán está sometido a la voluntad de Dios y sus designios suelen ser interpretados por los tiranos que subyugan a los países de mayoría islámica, donde van sucediéndose dinásticamente, con o sin título real, y donde ninguna otra religión posee la libertad suficiente no ya para expandirse, sino para malvivir.

Mientras que el nacionalismo, tan adoctrinador o más que la ideología anterior, es la sumisión a un proyecto colectivista, con frecuencia poco interesado en lo religioso o demasiado creativo respecto al ceremonial 'propio' que practica, derivándose de ello que el derecho individual quede anulado en cuanto discrepe de las obligaciones que tratan de imponer a los habitantes de su territorio, pongamos Cataluña, una región de España en la que —¡pásmense!— debe considerarse propia una lengua minoritaria, como es el catalán, en relación a la lengua más hablada, el castellano. La proporción del idioma materno es del 31,6% para la primera frente al 55% de los castellanohablantes, según fuentes de la propia Generalidad.

Del resto, hasta completar el 100%, una buena cuota corresponde al árabe y sus dialectos o a emigrantes de la Europa del este. Es decir, según los nacionalistas, el territorio y cuanto en él se encuentra posee una lengua a la que llaman propia, mientras que la mayoría de los residentes en ese mismo territorio es obvio que no cuentan para nada. A partir de ahí, se mantiene un modelo de enseñanza, cuyas normas incurren en el desacato a las sentencias de tres altos tribunales, a los que no reconocen por considerarlos politizados, como si la aberrante inmersión lingüística fuese algo distinto a una decisión política. Y por si no bastase, en los organismos públicos solo se atiende igualmente en el llamado idioma propio. En resumidas cuentas: Esta gente, capaz de imponer su santa voluntad con semejante desvergüenza, luego habla de "choque de trenes" si se les contradice en algo o se les avisa de que deben cumplir la legalidad.

Ahora bien, el auténtico choque de trenes tal vez se producirá cuando la confluencia del nacionalismo y el islamismo se dé en la proporción adecuada. Podría ser el caso de Cataluña, donde se quiso evitar la llegada masiva de emigrantes sudamericanos en plena burbuja del ladrillo y se facilitó la afluencia de magrebíes o gentes procedentes de Pakistán y otros muchos países asiáticos igualmente de religión musulmana. Y es que al parecer nada importa con tal de que el español vaya decayendo, lo que, por el momento, dista mucho de la realidad que ambicionan y de los numerosos medios que, con el dinero de todos, ponen para lograrlo.

No obstante, los nacionalistas catalanes ya han comenzado a ver el peligro de un islamismo tan expansivo, no ya por la llegada de nuevos emigrantes, lo que también sucede y está originado por el reagrupamiento familiar, sino por la notable fecundidad con que las mujeres musulmanas traen islamo-catalanes al mundo. Al respecto, hoy se ha conocido que, soberbios ellos, los gobernantes de Cataluña quieren impartir un curso de formación nacionalista a los imanes catalanes. ¡No saben con quién se juegan los cuartos! Los imanes asistirán encantados al curso, luego se dejarán subvencionar generosamente y practicarán la "taquilla", que es una actitud según la cual hay que fingir en cada momento lo que más convenga, al menos hasta que llegue la hora de...

Espero de corazón que algún día acaben por darse cuenta de algo bien distinto al fin que ahora persiguen: ¡A más España en Cataluña, mucha más Cataluña en toda España! Ha sido así desde hace siglos y no les ha ido nada mal, claro que esa parte de la historia prefieren esconderla o cambiarla por la idea de que un estado independiente sería el país de Jauja.