Parece que el
siguiente artículo ha sido escrito esta mañana. Pues no, lo escribí el 31 de
marzo de 2006. Y nada, absolutamente nada ha cambiado desde entonces en el
Partido Popular: No ha cambiado el jefe que manda ni los que le hacen la ola
para que siga mandando. Eso sí, el jefe Rajoy se encontró con una mayoría
absoluta a finales de 2011, prácticamente de sopetón como consecuencia de la torpeza socialista, de la misma forma que el lotero de
Santiago, casualmente también gallego, halló un boleto premiado con 4,7
millones de euros. En ambos casos, para el jefe pepero y para el lotero, el tiempo
ha transcurrido en la más rotunda placidez. El uno pensando que algún día
cobrará el pastón y el otro dando por hecho que a finales de 2015 habrá
cumplido con una carrera política sobrecargada de indecisiones y más de una
frustración para los que habíamos simpatizado en su día con el PP. Y a partir de aquí comienza el artículo:
Cuando un
partido político no defiende sus propios postulados con la intensidad requerida,
como es el caso del PP, ni toma iniciativas adecuadas para la denuncia de la
tropelía continuada a la que el gobierno socialista nos está sometiendo, lo
lógico es que surjan asociaciones cívicas que tiendan a ocupar ese vacío. Es la
ley del mercado, de la oferta y la demanda. Y por lo tanto se está creando una
demanda que requiere decisiones más eficaces para combatir las numerosísimas
medidas ilegales o para-legales que ese contubernio formado por socialistas,
comunistas y nacionalistas trata de imponernos, sin que se sepa hasta dónde
piensan llegar en sus desafueros.
Está muy bien el
discurso que Rajoy pronunció ayer en el Congreso. Muy brillante y muy
esclarecedor, pero inútil como casi siempre. El líder del PP demostró de nuevo
que es un gran parlamentario y que tiene las ideas muy claras y sabe
exponerlas. Si bien yo tengo la sensación que tras las votaciones ese señor
echó los folios al maletín, se ajustó bien el nudo de la corbata centrista y
decidió que ya había cumplido, porque desde entonces no he visto ni leído
ninguna medida adicional —que debería haber tenido preparada— para que su creíble
denuncia llegase a los ciudadanos. Y a mí eso me demuestra que Rajoy no es un
líder de campo sino de salón y que no es la persona adecuada para dirigir con
garantías al partido que representa a media España. Y lo que es más, el PP no
dispone de un equipo adecuado para enfrentarse a quienes hoy no dudan en usar
cualquier método para imponer sus ideas totalitarias. Así, pues, creo que Rajoy
sería un buen ministro —de lo que sea—, pero no es el mejor líder posible que
la oposición precisa.
Por ejemplo: “Independentistas catalanes llenan la Universidad Rovira i Virgili de carteles amenazantes contra Arcadi y Juaristi” . Está claro que una cosa así sólo ha podido hacerla Esquerra (especialmente en el año 2006, hoy podrían practicar ese mismo juego hasta media docena de formaciones antisistema),
que no repara en gastos a la hora de subvertir cualquier actividad no acomodada
a sus preferencias radicales. No, no propongo que gente del PP haga cosas semejantes,
pero entre un discurso de Rajoy que no trasciende a nadie y una actividad
delictiva como la que respaldan los nacionalistas quizá haya un término medio. De
ahí que surjan asociaciones ciudadanas por doquier. Ahora mismo estoy pensando
en dos de ellas (Ciutadans de Catalunya y Fundación para la Defensa de la NACIÓN ESPAÑOLA, pero quizá
sean 400 las que existan ya. Y esto no ha hecho más que empezar.
Y lo más curioso del caso es que
ninguna de esas asociaciones puede considerarse de extrema derecha, que también
proliferan lo suyo e igualmente van a más, sino que se trata de movimientos
cívicos de gente que posee inquietudes —en algún caso izquierdistas— y ve cómo
el PP permanece tumbado a la bartola mientras le están restando votos por todos
lados. Porque me gustaría que alguien me dijese qué sentido tiene el dolce far niente de los peperos cuando
aquí lo que está en juego es la nación española y con ella la propia existencia
del Partido Popular. Es incomprensible que Rajoy, tras su última intervención
de ayer en el Parlamento, no haya anunciado una moción de censura para
testimoniar con ella cuanta prevaricación e ignominia promueve el gobierno
socialista. Que no conseguiría nada es algo que todos sabemos, pero a estos tipos
que nos desgobiernan se les debe machacar a diario hasta que el pueblo se
conciencie de la desgracia de sufrir a ZP.
Ser un blandito y un moderado, con
espíritu de funcionario que cesa su actividad política cuando el presidente de la
Cámara levanta la sesión, y que, como mucho, suelta algún mitin ocasional en
fin de semana y en pabellones cerrados, no es lo más conveniente si se pretende
anular el Defcom-4 permanente en el que vive la izquierda inmoral desde hace
cuatro o cinco años. Otro ejemplo: El periódico ABC, un medio tradicional de la
derecha, se ha decantado claramente a favor de las iniciativas de Zapatero.
Vocento es una sociedad a la que sólo le interesa el dinero y se pone al
servicio del poder, como La Vanguardia y ese otro papelucho que se llama El
Periódico. ¿A qué espera el Partido Popular para sacar un gran diario de ámbito
nacional que respalde sus tesis? Y que nadie me hable de que sería algo
ruinoso, porque si es así debería argumentarlo a fondo. De entrada, ese periódico
contaría con un mercado potencial de diez millones de lectores. ¿A qué esperan?
¿Tan torpes son que no son capaces de ilusionar a un Polanco de la derecha?
Decididamente, o cambia mucho este PP
o tenemos nacionalsocialismo para rato, porque las etapas en que gobierne la izquierda y el nacionalismo cada vez serán más prolongadas en el tiempo. Y ellos, los inmorales, lo saben de
sobras. Y los otros, los tontitos del PP, no lo ignoran, pero les resulta
molesto y cansino usar horas extras fuera de la jornada parlamentaria para
pensar en algo decisivo que comience a poner en su sitio a los desahogados. De
modo que están surgiendo asociaciones políticas y las que te “rondaré morena”.
Y con cada una de ellas, un chorro de votos que se le escapa a Rajoy. Y es que
un político con ambición o le pone perendengues o que pida ir de nueve en la
lista de Teruel.
ResponderEliminarPasará, pasará, el inane inquilino moncloaca está de más y se habla que sea otra quien vaya de cabeza de cartel, con lo cual, en efecto, pasara el siguente, pero será peor que este.
Es lo mismo que en el psoe, D. Pedro va a hacer bueno a ese que tú sabes.
Al fin y al cabo son lo mismo, el ppsoe.
Pacococo
Dices que son lo mismo PP y PSOE, que es algo que dice mucha gente. Es posible, pero yo aún no he llegado a ese convencimiento. Podría ofrecerte una relación de diferencias notables en la forma de actuar entre ambos partidos, por ejemplo respecto a la idea de España, pero el asunto me ocuparía un tiempo que ahora no tengo. Parece un tema de fondo para un artículo a medio plazo, tal vez después de las elecciones del 20-D.
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ResponderEliminarEvidentemente tienen que tener sus diferencias, hay que fijarse enlos hechos consumados.
Sobre Cataluña, se pasa del "te daré lo que me pidas" del innombrable a la inanidad absoluta tras jurar por todos los gatos negros que el nazionalismo no tiene nada que hacer.
Las posturas osn distintas, pero al final los separatistas hacen lo quieren, que es a lo que vamos.
No sé si me explico.
Se pueden poner más ejemplos, como que todas las leyes demenciales del innombrable sigan vigentes tras cuatro años.
La verdad es que tus argumentos, basados en ejemplos, son irrefutables. Aún así yo en Sánchez veo a un radical sin escrúpulo alguno, que nos jodería más que ZP, mientras que a Rajoy lo veo un 'parao' completo sin esa mala leche del sociata. En resumidas cuentas, no me vale ninguno de los dos "lideres" con opciones de gobierno. ¡Y eso jode! Habrá que ir pensando en Ciudadanos.
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